miércoles, 17 de octubre de 2018

Soneto


Por B.

Era tuyo el abril que perfumabas
con el paso del ángel y la aurora;
tuyo el mirar, la voz conquistadora,
la sonrisa que al aire le prestabas.
Era tuyo el abril cuando me dabas,
tan silenciosamente arrulladora,
la caricia de sol abrasadora
con la que tiernamente me abrazabas.
Tuyo el abril, me queda entre las manos
y tus pasos pequeños que he seguido
para verte y al verte reencontrarte.
Tuyo el abril, no existen los lejanos
días sin ti de todo lo vivido.
Y no existe mi amor, si no es amarte.