Pocos y mal armados se llamó una entrada antigua en marenostrum.
Está entre las músicas perdidas y que voy recuperando.
Pero no la pongo allá sino aquí, porque creo que sirve para estos tiempos.
Qué lindos que son tus dientesSi se disculpa la sencillez del ejemplo. Pero podría aparecer mucho más donoso el verso, con artificios de ritmo y rima más elaborados, y ser simplemente eso: un mero artificio que, pese a que puede producir un cierto agrado sensible, no es poesía.
le dijo la luna al sol
y el sol contestó sonriente
me los limpio con Odol.
Oda XXX, de Q. HoracioNadie dudaría en calificar de eximia poesía a estos tres casos. Y sin embargo no tienen rima, es decir lo que se llama hoy verso blanco. No es el caso de estos tres ejemplos que tienen metro y ritmo, pero cuando desaparece la repetición del metro (no necesariamente desaparece por ello el ritmo) a eso se lo denomina verso libre.
Exegi monumentum aere perennium
regalique situ pyramidum altius,
quod non imber edax, non Aquilo impotens
possit diruere aut innumerabilis
annorum series et fuga temporum:
non omnis moriar multaque pars mei
uitabit Libitinam; usque ego postera
crescam laude recens, dum Capitolium
scandet cum tacita uirgine pontifex;
dicar, qua uiolens obstrepit Aufidus
et qua pauper aquae Daunus agrestium
regnauit populorum, ex humili potens,
princeps Aeolium carmen ad Italos
deduxisse modos. sume superbiam
quaestam meritis et mihi Delphica
lauro cinge uolens, Melpomene, comam.
Eneida, de P. Virgilio (primeros versos)
Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris;
Italiam, fato profugus, Laviniaque venit
litora, multum ille et terris iactatus et alto
vi superum saevae memorem Iunonis ob iram;
multa quoque et bello passus, dum conderet urbem,
inferretque deos Latio, genus unde Latinum,
Albanique patres, atque altae moenia Romae.
Iliada, de Homero (primeros versos)
μῆνιν ἄειδε θεὰ Πηληϊάδεω Ἀχιλῆος
οὐλομένην, ἣ μυρί᾽ Ἀχαιοῖς ἄλγε᾽ ἔθηκε,
πολλὰς δ᾽ ἰφθίμους ψυχὰς Ἄϊδι προΐαψεν
ἡρώων, αὐτοὺς δὲ ἑλώρια τεῦχε κύνεσσιν
5οἰωνοῖσί τε πᾶσι, Διὸς δ᾽ ἐτελείετο βουλή,
ἐξ οὗ δὴ τὰ πρῶτα διαστήτην ἐρίσαντε
Ἀτρεΐδης τε ἄναξ ἀνδρῶν καὶ δῖος Ἀχιλλεύς.
All that is gold does not glitter,La última canción de Bilbo no incluída en el libro.
Not all those who wander are lost;
The old that is strong does not wither,
Deep roots are not reached by the frost.
From the ashes a fire shall be woken,
A light from the shadows shall spring;
Renewed shall be blade that was broken:
The crownless again shall be king.
The last Bilbo's song
Day is ended, dim my eyes,
but journey long before me lies.
Farewell, friends! I hear the call.
The ship's beside the stony wall.
Foam is white and waves are grey;
beyond the sunset leads my way.
Foam is salt, the wind is free;
I hear the rising of the Sea.
Farewell, friends! The sails are set,
the wind is east, the moorings fret.
Shadows long before me lie,
beneath the ever-bending sky,
but islands lie behind the Sun
that I shall raise ere all is done;
lands there are to west of West,
where night is quiet and sleep is rest.
Guided by the Lonely Star,
beyond the utmost harbour-bar,
I'll find the havens fair and free,
and beaches of the Starlit Sea.
Ship, my ship! I seek the West,
and fields and mountains ever blest.
Farewell to Middle-earth at last.
I see the Star above my mast!
Upon the hearth the fire is redO los versos-conjuro de los Anillos de poder:
Beneath the roof there is a bed;
But not yet weary are our feet,
Still round the corner we may meet
A sudden tree or standing stone
That none have seen but we alone.
Tree and flower and leaf and grass,
Let them pass! Let them pass!
Hill and water under sky,
Pass them by! Pass them by!
Still round the corner there may wait
A new road or a secret gate,
And though we pass them by today,
Tomorrow we may come this way
And take the hidden paths that run
Towards the Moon or to the Sun.
Apple, thorn, and nut and sloe,
Let them go! Let them go!
Sand and stone and pool and dell,
Fare you well! Fare you well!
Home is behind, the world ahead,
And there are many paths to tread
Through shadows to the edge of night,
Until the stars are all alight.
Then world behind and home ahead,
We'll wander back to home and bed.
Mist and twilight, cloud and shade,
Away shall fade! Away shall fade!
Fire and lamp, and meat and bread.
And then to bed! And then to bed!
Three Rings for the Elven-kings under the sky,O la canción en síndarin a Elbereth, con una combinación distinta de la rima y el metro.
Seven for the Dwarf-lords in their halls of stone,
Nine for Mortal Men doomed to die,
One for the Dark Lord on his dark throne
In the Land of Mordor where the Shadows lie.
One Ring to rule them all, One Ring to find them,
One Ring to bring them all and in the darkness bind them
In the Land of Mordor where the shadows lie.
A Elbereth! Gilthoniel!Tolkien utiliza allí más bien los ritmos propios de su literatura inglesa, con distintas combinaciones de ritmo y rima, en distintas variedades. Salvo el caso del poema a Elbereth.
silivren penna míriel
o menel aglar elenath!
Na-chaered palan-díriel
o galadhremmin ennorath,
Fanuilos, le linnathon
nef aear, sí nef aearon!
Argumentos de arenaUn asunto espinoso a este respecto, y que dejé para el final, es la relación de metro, ritmo, rima y léxico y lo que llamamos habitualmente inspiración.
No deberíamos amar nada que pase.
Nada que nos mate un poco
cuando sus signos mueran.
Es decir, nada que ría.
Nada que tiemble o se conmueva.
Nada que florezca para luego marchitarse,
de buenas a primeras.
Nada vivo, si apuramos conclusiones:
Duele tanto ver cómo lo que amamos
se deshace en nuestras manos vencido por el tiempo.
Es más,
no deberíamos amar, si lo pensamos.
Pero no lo pensemos.
Hoy no, al menos.
The secret Muse
Between the midnight and the morn,
to share my watches late and lonely,
there dawns a presence such as only
of perfect silence can be born.
On the blank parchment fall the glow
of more than daybreak: and one regal
thought, like the shadow of an eagle,
grazes the smoothness of its snow.
Though veiled to me that face of faces
and still that form eludes my art,
yet all the gifts my faith has brought
along the secret stair of thought
have come to me on those hushed paces
whose footfall is my beating heart.
La Musa Secreta
Entre la medianoche y la mañana,
para compartir mis vigilias tardías y solitarias,
amanece una presencia tal como sólo
del perfecto silencio puede nacer.
Sobre el blanco pergamino cae el resplandor
de algo más que el alba: y un majestuoso
pensamiento, como la sombra de un águila,
roza la suavidad de su nieve.
Aunque velada para mi esa cara de caras
y aun cuando esa forma elude mi arte,
sin embargo todos los dones que mi fe ha traído
a través de la secreta escalera del pensamiento
han venido a mí en esos pasos silenciosos
cuya pisada es mi corazón palpitante.
Entre la medianoche y la mañana,Es este momento un momento interior. Nace en una oscuridad que no es falta de luz. Nace de un silencio. Es cierta actividad como inconsciente que rompe el álveo de su interioridad lentamente y emerge, guiada por la luz de la alborada que no es otra que, a la vez, la conciencia y el sentido, el significado, todavía desprovisto de significante material. Son las percepciones que han recogido lo que las cosas tienen para decir. Todavía no las ha expresado el poeta, ni con la voz, ni con el concepto. Pero ya lo han conmovido y la interioridad, en silencio, descansa en ellas en un torbellino de sentido que inquieta el alma del artífice y que la inquietará al menos hasta que haya dado con la carnadura de la expresión de esa experiencia. Porque las está aprehendiendo, tomándolas para sí, haciéndolas resonar en su interior. Y oyendo cómo resuenan con un estrépito sordo y potente a la vez. La inteligencia tiene allí una epifanía de significados que le es propia, significados que viven en la soledad de la mente y del corazón, pero que no están clausurados allí, sino que desde el momento mismo en que son adquiridos, pujan por salir, porque la manifestación es contenido y a la vez causa final. Los contenidos de la mente vienen de una manifestación y hacia ella se dirigen por naturaleza. Esto es, son expresables y comunicables.
para compartir mis vigilias tardías y solitarias,
amanece una presencia tal como sólo
del perfecto silencio puede nacer.
Sobre el blanco pergamino cae el resplandorComo decía, el pergamino es el alma, primero. Antes que el papel, la inteligencia. Y sobre ella cae la luz del sentido, del significado, del ser de lo real. Y eso es luz. Pero todavía es una luz demasiado potente. Aunque ya modula desde adentro la palabra. Porque su esencia es palabra también y de palabra busca vestirse para manifestarse. Palabra interior que dicen los filósofos, concepción de la inteligencia preñada por el ser de lo real. La suavidad de la nieve rozada por la sombra de un águila son las primeras encarnaciones de lo real en el espíritu. Y son nieve porque son luz. Y es águila porque se asienta en las funciones más altas y más hondas de la percepción intelectual. Un pensamiento majestuoso y regio. Ordenador a la vez que legislador. Del conocimiento primero, de la expresión material después.
de algo más que el alba: y un majestuoso
pensamiento, como la sombra de un águila,
roza la suavidad de su nieve.
Aunque velada para mi esa cara de carasEn estos versos, creo, hay tres momentos importantes para la creación artística.
y aun cuando esa forma elude mi arte,
sin embargo todos los dones que mi fe ha traído
a través de la secreta escala del pensamiento
han venido a mí en esos pasos silenciosos
cuya pisada es mi corazón palpitante.
a través de la secreta escala del pensamiento
han venido a mi en esos pasos silenciosos
cuya pisada es mí corazón palpitante.
L’amministrazione (di sinistra) avrà le sue ragioni burocratiche, ma altre ragioni molto più alte e nobili dovevano prevalere: quelle della bellezza, dell’arte e della storia. E poi c’è il buon senso che avrebbe dovuto sconsigliare una tale controversia.En resumidas cuentas: parece que hizo bien Roy Campbell en cansarse de Barcelona y mandarse a mudar a una granja apartada, de la que dijo tiempo después (hablando de su conversión):
Vivimos durante un tiempo en una pequeña granja en la sierra de Altea, donde los trabajadores eran mayoritariamente buenos católicos, y había como una fragancia y frescura en su vida, en su coraje, en su reverencia, que nos ganó a todos de forma imperceptible.
When in the sun the hot red acres smoulder
down where the sweating gang its labour plies
a girl flings down her hoe, and from her shoulder
unslings her child tormented by flies.
She takes him to a ring of shadow pooled
by the thorn-tree: purpled with the blood of ticks,
while her sharp nails, in slow caresses ruled
prowl through his hair with sharp electric clicks.
His sleepy mouth, plugged by the heavy nipple,
tugs like a puppy, grunting as he feels;
through his frail nerves her own deep languor's ripple
like a broad river sighing through the reeds.
Yet in that drowsy stream his flesh imbibes
and old unquenched, unsmotherable heat-
the curbed ferocity of beaten tribes,
the sullen dignity of their defeat.
Her body looms above him like a hill
within whose shade a village lies at rest,
or the first cloud so terrible and still
that bears the coming harvest in its breast.
Winter, the paragon of art,That kills all forms of life and feelingSave what is pure and will survive.Autumn, Roy Campbell
Están por todas partes los retoños,
son tropillas de aromas y colores
que van enmudeciendo en los otoños
y en los inviernos, huérfanos de flores.
Están por todas partes: infinitos,
verdecidos, bisoños y potentes,
son nuevos cada vez, son inauditos,
los mismos cada vez y diferentes.
Están por todas partes. Vuelven nuevos
y dan al corazón una esperanza:
lo puro sobrevive a la inclemencia.
Son guardias de sí mismos y relevos.
Son de si mismos fuente y semejanza.
Son otro nombre de la Providencia.
Vi la noche y el mar y el pueblo a oscuras
entre la niebla gris; acacias blancas
perfuman la memoria de otros días,
de otros caminos por el campo a solas.
Vi junto al mar la furia monocorde,
la rítmica figura de sus aguas
en las arenas dibujando el tiempo,
la luz de un faro, médanos y estrellas.
Vi la noche cerrarse entre bramidos;
recuerdos y distancias, las ausencias
presentes en la noche desvalida.
Vi el mar alzarse hasta mis pies desnudos,
erguido como un mástil azotado
por un viento de sal que te menciona.
Noche oscura
Canciones del alma
En una noche oscura
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada,
a oscuras y segura
por la secreta escala disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía
en sitio donde nadie aparecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena
cuando yo sus cabellos esparcía
con su mano serena
y en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cesó todo, y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
(Traducción de Roy Campbell)
Upon a gloomy night,
With all my cares to loving ardours flushed,
(O venture of delight!)
With nobody in sight
I went abroad when all my house was hushed.
In safety, in disguise,
In darkness up the secret stair I crept,
(O happy enterprise)
Concealed from other eyes
When all my house at length in silence slept.
Upon that lucky night
In secrecy, inscrutable to sight,
I went without discerning
And with no other light
Except for that which in my heart was burning.
It lit and led me through
More certain than the light of noonday clear
To where One waited near
Whose presence well I knew,
There where no other presence might appear.
Oh night that was my guide!
Oh darkness dearer than the morning’s pride,
Oh night that joined the lover
To the beloved bride
Transfiguring them each into the other.
Within my flowering breast
Which only for himself entire I save
He sank into his rest
And all my gifts I gave
Lulled by the airs with which the cedars wave.
Over the ramparts fanned
While the fresh wind was fluttering his tresses,
With his serenest hand
My neck he wounded, and
Suspended every sense with its caresses.
Lost to myself I stayed
My face upon my lover having laid
From all endeavour ceasing:
And all my cares releasing
Threw them amongst the lilies there to fade.
On a dark night,
longing, with love inflamed,
O happy stroke!
I left without being noted,
my house in peace at last.
Safe and in the dark,
disguised and by the secret ladder,
O happy stroke!
In darkness and concealed,
my house in peace at last.
Upon the happy night,
unseen, unheeding aught,
such was my secrecy,
unled by any light
but that glowing within my heart.
This was my guide,
steadier that the noon-day sun,
to where I was awaited
by one I well knew
where nobody appeared.
O guiding night,
night dearer than the dawn,
night that united
lover and beloved,
beloved become her lover's like.
On my flowered breast,
kept entire for him,
there he fell asleep,
and I caressed him,
and the cedars' fan blew.
As I spread out his hair
the air from the turret
stroked me on the neck
with its gentle hand,
and robbed me of my sense.
I lay in self-oblivion,
my head laid on my love;
all ceased and I let go,
leaving my concern
unminded mid the lilies.
¡Oh noche que juntasteDice Smith:
amado con amada,
amada en el amado transformada!
night that unitedY dice Campbell:
lover and beloved,
beloved become her lover's like.
Oh night that joined the lover
To the beloved bride
Transfiguring them each into the other.
Oh night that joined the loversiguiendo el criterio de Campbell, al parecer.
to the beloved one
transforming each of them into the other
...y una vaca mugió sonoramente
allá, por las sonámbulas praderas.
El éxtasis, Leopoldo Lugones
En un rincón del balcón,
bajo una sombra completa,
en una tibia maceta
se despereza un malvón.
El aire a menta y limón
de unos pisos más abajo,
es de un jardín del que trajo
la niña cuatro plantines
que crecen con los jazmines
y con la viña de gajo.
Hay canteros de lavanda;
y de ají putaparió
que de la nada creció
porque la tierra era blanda.
Mucho trabajo demanda
salvarlos de las hormigas
que siempre son enemigas
de las plantas cuando crecen,
de las flores que florecen
con cuidados y fatigas.
Al balcón de la vecina
ya no le caben macetas
porque tiene bicicletas
(es poco lo que camina...)
Si llego de la oficina
y entro a mi departamento,
con alegría ya siento
el aire de primavera
que la moza jardinera
me da desde su aposento.
como la voz de la paloma cuandonos llega enamorada la palomaDe la sabrosa entrega, Leopoldo Marechal
Vi un derredor sembrado de tu arrullo,
cielos de lino, surcos como heridas
sangrando las espigas prometidas,
y más promesas, todas en capullo.
Todo en capullo en ti, todo en capullo:
ya en tallo las caricias florecidas
que me labran las manos sorprendidas
y laboran al ritmo de tu arrullo.
Y va creciendo, amor, ya va creciendo
el mundo ajado que quedó muriendo
y revive, si la tibieza asoma.
Y tu arrullo de miel está cantando
como la voz de la paloma cuando
nos llega enamorada la paloma.
Segundo violínY he aquí un poema largo y substancioso que ahorra otros ejemplos. Tan substancioso que hasta tiene tintes narrativos, parece un cuento; y también algo de drama, resulta una escena tensa, con todo y sus diálogos.
La luna te desampara
y hunde en el confín remoto
su punto de huevo roto
que vierte en el mar su clara.
Medianoche van a dar,
y al gemido de la ola
te angustias, trémula y sola,
entre mi alma y el mar.
El éxtasis
Dormía la arboleda; las ventanas
llenábanse de luz como pupilas;
las sendas grises se tornaban lilas;
cuajábanse la luz en densas granas.
La estrella que conoce por hermanas
desde el cielo tus lágrimas tranquilas,
brotó, evocando al son de las esquilas,
el rústico Belén de las aldeanas.
Mientras en las espumas del torrente
deshojaba tu amor sus primaveras
de muselina, relevó el ambiente
la armoniosa amplitud de tus caderas,
y una vaca mugió sonoramente
allá, por las sonámbulas praderas.
Claro fue nuestro amor
Claro fue nuestro amor; y al fresco halago
plenilunar, con música indecisa,
el arco vagaroso de la brisa
trémulas cuerdas despertó en el lago.
En la evidencia de sin par fortuna,
dieron senda de luz a mis afanes
tus ojos de pasión, ojos sultanes,
ojos que amaban húmedos de luna.
Con dorado de joya nunca vista,
tu mirada agravaba su desmayo.
y removía su ascua en aquel rayo
la inquietud de león de mi conquista.
La cachila
Un gemidito titila.
Por el aire, donde en vilo,
como colgada de un hilo
va subiendo la cachila.
Allá cerca ha hecho su nido,
de la huella que en el barro
deja la mula del carro
al pasar cuando ha llovido.
Y así el pajarillo blando,
entre el riesgo y el estruendo,
vive volando y gimiendo,
muere gimiendo y volando.
Luna de los amores
Desde que el horizonte suburbano,
el plenilunio crepuscular destella,
en el desierto comedor, un lejano
reflejo, que apenas insinúa su huella.
Hay una mesa grande y un anaquel mediano.
Un viejo reloj de espíritu luterano.
Una gota de luna en una botella.
Y sobre el ébano sonoro del piano,
resalta una clara doncella.
Arrojando al hastío de las cosas iguales
su palabra bisílaba y abstrusa,
en lento brillo el péndulo, como una larga fusa,
anota el silencio con tiempos inmemoriales.
El piano está mudo, con una tecla hundida
bajo un dedo inerte. El encerado nuevo
huele a droga desvanecida.
La joven está pensando en la vida.
Por allá dentro, la criada bate un huevo.
Llena ahora de luna y de discreta
poesía, dijérase que esa joven brilla
en su corola de Cambray, fina y sencilla,
como la flor del peral. ¡Pobre Énriqueta!
La familia, en el otro aposento,
manifiéstame, en tanto, una alarma furtiva.
Por el tenaz aislamiento
de esa primogénita delgada y pensativa.
«No Prueba bocado. Antes le gustaba el jamón.»
«Reza mucho y se cree un cero a la izquierda. »
«A veces siente una puntada en el pulmón.»
—Algún amor, quizá, murmura mi cuerda
opinión...
En la oscuridad, a tientas halla
mi caricia habitual la cabeza del nene...
Hay una pausa.
«Pero si aquí nadie viene
fuera de usted», dice la madre. El padre calla.
El aire huele a fresa; de no sé qué espesuras
viene, ya anacrónico, el gorjeo de un mirlo
clarificado por silvestres ternuras.
La niña sigue inmóvil, y ¿por qué no decirlo?
mi corazón se preña de lágrimas obscuras.
No; es inútil que alimente un dulce engaño;
pues cuando la regaño
por su lección de inglés, o cuando llévola
al piano con mano benévola,
su dócil sonrisa nada tiene de extraño.
«Mamá, ¿qué toco?», dice con su voz más llana;
«Forget me not?...». y lejos de toda idea injusta:
buenamente añade: «Al señor Lugones le gusta.»
Y me mira de frente delante de su hermana.
Sin idea alguna
de lo que pueda causar aquella congoja
—en cuya languidez parece que se deshoja—
decidimos que tenga mal de luna.
La hermana, una limpia, joven de batista,
nos refiere una cosa que le ha dicho.
A veces querría ser, por capricho,
la larga damisela de un cartel modernista
eso es todo lo que ella sabe; pero eso
es poca cosa
para un diagnóstico sentimental. ¡Escabrosa
cuestión la de estas almas en trance de beso!
Pues el «mal de luna», como dije más arriba,
no es sino el dolor de amar, sin ser amada.
Lo indefinible: una Inmaculada
Concepción, de la pena más cruel que se conciba.
La luna, abollada
como el fondo de una cacerola
enlozada.
Visiblemente turba a la joven sola.
Al hechizo pálido que le insufla,
lentamente gira el giratorio banco;
y mientras el virginal ruedo blanco
se crispa sobre el moño rosa de la pantufla.
Rodeando la rodilla con sus manos, unidas
como dos palomas en un beso embebecidas,
con actitud que consagra
un ideal quizá algo fotográfico,
la joven tiende su cuello seráfico
en un noble arcaísmo de Tanagra.
Conozco esa mirada que ahora
remonta al ensueño mis humanas miserias.
Es la de algunas veladas dulces y serias
en que un grato silencio de amistad nos mejora.
Una pura mirada,
suspensa de hito en hito.
Entre su costura inacabada
y el infinito...
Pastora dime, pastora,
si en las flores de tu ramo
viene el amor con que te amo.
Dime pastora que sí,
que de amores te reclamo
desde que te conocí.
Por B.
Era tuyo el abril que perfumabas
con el paso del ángel y la aurora;
tuyo el mirar, la voz conquistadora,
la sonrisa que al aire le prestabas.
Era tuyo el abril cuando me dabas,
tan silenciosamente arrulladora,
la caricia de sol abrasadora
con la que tiernamente me abrazabas.
Tuyo el abril, me queda entre las manos
y tus pasos pequeños que he seguido
para verte y al verte reencontrarte.
Tuyo el abril, no existen los lejanos
días sin ti de todo lo vivido.
Y no existe mi amor, si no es amarte.
Otras tuvieron todo, tú tienes tu «deseo»,
«deseo» ganador y sobrante «deseo»,
yo sé que estoy demás, persiguiéndote siempre,
por ver si tú me añades a tu dulce deseo.
¿No querrás, tú, que tienes, un deseo tan amplio,
que esta vez mi deseo en el tuyo se esconda?
¿Te parece el deseo de los demás brillante,
mientras el mío vive en plena oscuridad?
La mar que es sólo agua, aún recoge la lluvia,
y con tanta abundancia acrecienta su mole;
así, rica en «deseo» añade a tu «deseo»
el mío y haz más amplio, tu ya vasto «deseo».
Que tu descortesía no mate a tus galanes,
mete a todos en uno, y en tu «deseo» a mí.
Sea el que fuere tu deseo, tú tienes tu Will (voluntad), la Voluntad de ganar y la Voluntad (Will) en demasía; sé demasiado bien que te contrarío, viniendo así a añadirme a tu dulce Voluntad.Como se ve, tampoco el afamado traductor logró solventar los problemas. Y no sé si no los complicó aún más. No aclare, don Luis, que oscurece...
¿No quieres tú, cuya Voluntad es vasta y espaciosa, consentir por una vez en que mi Voluntad se oculte en la tuya? ¿Will (la voluntad) ha de ser siempre bien acogido en los otros y nunca mi voluntad se verá honrada con una bella aceptación?
El mar, que es todo agua, recibe, no obstante, la lluvia, que añade a los tesoros de su abundancia; dígnate, pues, tú que eres rica en voluntad (Will), unir a tu voluntad mi Will (voluntad), para devolverte tu Will más vasto aún.
No mates más a los suplicantes con tu cruel belleza. No pienses más que en un solo Will.
Otras tienen quereres, un Will tú has obtenido,
y un Will que perseguir, y otro Will excedente;
más de lo necesario soy quien ha pretendido
que a tu Will dulce añadas lo que soy al presente.
¿Quieres, ya que tu Will es hondo y espacioso,
que mi Will en el tuyo por una vez esconda?
¿Podrá el Will en los otros ser correcto y gracioso,
y mi Will no hallará fulgor que le responda?
El mar, todo de agua, nuevas lluvias recoge,
y en su plena abundancia sus reservas aumenta;
así tú, rica en Will, a tu Will hoy acoge
este Will de mí mismo, que tu Will acrecienta.
No seas con quien te anhela tan descortés, tan vil:
toma a todos en uno, y en el uno este Will.
Dados los veinte significados que tiene la palabra Will en el soneto 135, es inútil intentar una equivalencia de ellos en español. Pero ya que, entre tantos sentidos, Will es el nombre del autor y también el del joven que le disputa el amor de su dama, juzgué permisible utilizar la palabra Will como nombre propio, y advertir al lector que ese Will también significa alternativamente deseo, querer, gana, voluntad, falo, vagina, y que es la forma auxiliar del futuro verbal. Tal vez esta versión arbitraria ayude mejor a advertir la riqueza de sentidos y la abundante malicia que el poeta condensó en los sonetos más ingeniosos de toda la serie.No puedo dar fe, debo decirlo, de que haya la cantidad de 20 significados que dice Ospina para las 13 apariciones del término en el soneto. Le doy un crédito provisional atendiendo a la posibilidad casi manifiesta del doble sentido.
un imposible espacio de reflejos
Los espejos., Jorge Luis Borges
Como la tarde que el silencio horada,
como la voz de un pájaro que muere,
como si alguna rosa nunca fuere,
como un tránsito ciego hacia la nada.
Como la noche tinta de presagios,
como el vívido ardor de verse herido,
como el misterio ingrato de haber sido
como sobreviviente de naufragios.
Como un tartamudeo de muchacho.
Como el tropiezo torpe del borracho.
Como pasar por este mundo a tientas,
como una nube hincada de tormentas,
como la altura fría del picacho,
como el tedio de calles polvorientas.
Imagen
Somos como la vieja torre cuando
saltan de sus ventanas golondrinas;
somos como la vieja torre cuando
cantan en sus campanas voces finas.
Somos como la cama de un enfermo
cuando alzándose en ella se ve el prado;
somos como la cama de un enfermo
que está viendo una estrella de acostado.
Pues nuestro corazón con ilusiones
como la torre es, que tiene sones,
que tiene golondrinas, pero es vieja.
Pues nuestro corazón siempre en desvelo,
es cual lecho que puede ver el cielo,
pero que lleva a uno que se queja.
MontevideoA la vez, en aquellas mismas páginas, Jacobo Fijman publicó este poema de su autoría.
MI corazón resbala por la tarde como el cansancio por la piedad de un declive.
La noche nueva es como un ala sobre tus azoteas.
Eres el Buenos Aires que tuvimos, él que en los años se alejó quietamente.
Eres remansada y clara en la tarde como el recuerdo de una lisa amistad.
El cariño brota en tus piedras como un pastito humilde.
Eres festiva y nuestra, como la estrella que duplica un bañado.
Puerta falsa en el tiempo, tus calles miran al pasado más leve.
Claror de donde la mañana nos llega, sobre la dulce turbiedad de las aguas.
Antes de iluminar mi celosía su bajo sol bienaventura tus quintas.
Ciudad que se oye como un verso.
Calles con luz de patio.
Mediodía
El sol
hace un motín sangriento.
Paisaje apisonado.
Luces malavenidas.
Paladeos chispeantes del arroyo.
Tierras blandas de lluvias perfumadas
donde cavan las luces como perros.
Sosiego
de mediodía.
Guía de carreteras bifurcadas.
Surcos. Plantíos.
Distancias.
Todas las heredades interrumpidas,
como en un paradero
definitivo.
Se enclavan en el sosiego los blancos, verdes y malvas
del suave caserío.
Distiéndese el paisaje
martirizado
de luz.
Una horda de árboles dispara
sus flechas de bramidos
contra el sol, agujero
inconcluso,
desolación iluminada.
Perspectivas insospechadas
que lamen el horizonte sensualmente.
El silencio le ha puesto al viento
un candado de horas.
Bocas temblonas
del río.
Señorea la luz del mediodía.
Cuando, ya sea en la mañana pura,
ya en la temida noche del espanto,
la mujer admirable de mi canto
se adelanta sin velo y atadura.
Descuida el alma su pelea oscura,
las armas rinde, y su fervor es tanto
que se aventura en un dominio santo
donde no tiene llanto la hermosura.
Y si la dueña de mi pensamiento
pone su labio en el oído atento
del alma, entonces su sabroso idioma
conmueve y mueve al que lo va escuchando,
como la voz de la paloma cuando
nos llega enamorada la paloma.
como la voz de la paloma cuandoson versos de aquellos que ya quisiera uno haber compuesto.
nos llega enamorada la paloma
Humea todavía la luz del incensario
y en un rincón callado don Juan, en su cabeza,
imagina dragones mientras callado reza
lentamente sus preces, sereno, solitario.
No conoce del monstruo la horrible fortaleza,
se figura torrentes de fuego extraordinario
y mide su coraje en duelo imaginario
y el corazón se inflama de coraje y belleza.
Don Juan mira la mar con garra de templario
y el pomo de su espada aprieta con firmeza.
(Don Juan tiene en los ojos las hojas de un Bestiario
y el brillo que le brota de su sangre y nobleza.)
Don Juan en la cubierta sostiene su rosario.
Don Juan ya va camino de su gloria y grandeza.
Tracé estas líneas para que Vra. Excellencia con pasallas y mirallas descanse un rato de los muchos que en la guerra a trabajado...
Junto a la puerta de la aurora
El aire que respiras,
la luz que se hace voz en tu garganta,
la música que miras
y por mirarla canta,
y el cielo que a tu encuentro se adelanta;
El trazo de tu mano
que suspende el crepúsculo de seda
con dedos de manzano,
el viento que se queda
preso en el sueño de la polvareda;
La tarde prometida,
la ausencia fiel y el ala vencedora,
todo lo tengo, Vida,
todo lo tengo; y llora
mi amor junto a la puerta de la aurora.
Canción
De la lejana sombra
tu nombre llega, dulcemente claro,
que el viento calla y el silencio nombra.
La noche del sentido
ya tiene, para el alto desamparo,
tiene su ruiseñor comprometido,
ya canta con el día
su secreto de viaje y bienandanza,
blanca de flores, mi marinería.
Canción, si bien amaste,
dame con la esperanza
la llave del silencio que ganaste.
El amor que no quiere amar
Este querer amarte por quererte
y este miedo de amarte sin amarte
y este querer perderte por ganarte
y este querer amarte sin perderte
Y este ganarte sin saber perderte
y este perderte sin saber ganarte,
me dan miedo de amarte por amarte
cuando quisiera no querer quererte.
Este miedo de amarte sin ganarte
y este querer ganarte sin perderte
me obligan a perderte sin amarte:
Porque el miedo de amarte y de perderte
y el miedo de quererte y de ganarte
es el miedo de amarte hasta la muerte.
I.
Quien no'stuviere en presencia,
no tenga fe en confiança
pues son olvido y mudança
las condiciones d'ausencia.
Quien quisiere ser amado,
trabaje por ser presente,
que cuan presto fuera ausente,
tan presto será olvidado:
y pierda toda esperança
quien no'stuviere en presencia,
pues son olvido y mudança
las condiciones d'ausencia.
II.
Yo callé males sufriendo
y sufrí penas callando,
padescí non mereciendo
y merecí padesciendo
los bienes que non demando:
si ell esfuerço qu'he tenido
para callar y sufrir,
tuviera para decir,
non sintiera mi vivir
los dolores que he sentido.
III.
Con dolorido cuidado,
desgrado, pena y dolor,
parto yo, triste amador
d'amores desamparado,
d'amores, que non d'amor.
Y el coraçón, enemigo
de lo que mi vida quiere,
nin halla vida nin muere
nin queda nin va conmigo;
sin ventura, desdichado,
sin consuelo, sin favor,
parto yo, triste amador,
d'amores desamparado,
d'amores, que non d'amor.
A la memoria de Ignacio B. Anzoátegui
(1978-2018)
Toda un murmullo de Francia,estáis de cielo y carmín,toda silencio y distancia.Muere el jardín de fragancia:toda magnolia y jazmínvuestra tímida elegancia.
Niña fragante de Francia.Niña de la flor de lis.Niña que estáis en Parísy conmigo en la distancia.Niña de la lis de Francia.
De lis, ay niña de Francia,vestís aroma de lisen la límpida eleganciadel aire, blanca fragancia.Os digo: ¿por qué me heríscon más cielo y más distancia?
Niña de la lis de Francia.Niña lis de este jardín.Vuestra elegancia y distancia,Niña, ya no tienen fin.Niña fragante de Francia.
Niña de un cielo de lis,decídme: ¿por qué me herís?
La ausencia, nuestra fina profesora de amor.
Te escribo al oído.
Dime cuánto me quieres y te diré cuánto soy.
Eres mi embajadora ante ti misma.
Tú me enseñaste a querer; yo te enseñé a ser querida.
Camino del prado,
perdí mi camino
por enamorado.
Por enamorado
seguí tu camino
camino del prado.
Camino del prado,
gané mi camino
por enamorado.
Requiebros dicen que son
como caricias al alma
y alivio del corazón.
* * *
Mientras la noche es la noche,
no vayas por las espinas.
La noche hiere esperanzas
y, la espina, al que camina.
* * *
Qué triste nuestro destino,
no tenernos que encontrar.
Yo no te he visto volver
y no me has visto llegar.
* * *
En el tiempo de este mundo
hay que mirar y entender:
de cada dolor que duele
algo se puede aprender.
* * *
Cuando el amor ha venido
todas las aves lo nombran:
por la mañana, jilgueros;
por las tardes, las palomas;
por la noche, los zorzales.
Y cada cual en su idioma.
* * *
Hay un lugar en la tierra
donde siempre se halla paz:
en el hueco de tu pecho.
No conozco lo demás.