martes, 30 de junio de 2020

Alberti habla de amor


Que no despierte, amor, que no despierte,
que voy en procesión de sueño y besos;
savia que trama lunas en mis huesos
y sangre de jazmín que en mí se vierte.
Que no despierte, amor, tu mar me baña,
soy de tu espuma en esta playa mía
y soy tu vela en tu marinería,
caracola de luz que te acompaña.
Que no despierte, amor; si tú a mi lado,
con mi remo a tu impulso te navego
y ruego el puerto y a tus plantas ruego.
Que no despierte, amor, amor amado,
que no despierte, amor, que no despierte:
que si me duermo en ti, ya no habrá muerte.





lunes, 29 de junio de 2020

Fernández Moreno habla de amor


La tarde somnolienta me lleva hasta tu casa.
Camino la vereda de tilos y jazmines
y un carro se demora sonando sus trajines
y el ritmo de los cascos mi latido acompasa.
Como un adolescente, vigilo las esquinas
para ver si tu madre de repente aparece;
me fijo en las baldosas para que no tropiece
y voy hasta tu reja, que abrazan las glicinas.
Ya veo tu ventana y adivino malvones
que guardan los cristales desde donde me ves,
ya veo que tu mano me dice que te espere.
(¿Verás que me he lustrado los viejos zapatones?)
Y pienso, mientras miro las puntas de mis pies,
si sabrás que te espera ese que más te quiere.





Anzoátegui habla de amor


En luz de mármol, miel entre laureles,
tu epifanía de cristal se asoma
y ya es la pluma leve y la paloma,
toda la flor que nace en los claveles.
Cimbra tu voz de plata en los caireles
y con ella destella y, en tu idioma,
habla una nota dulce y policroma,
que enamora a mi mar y a mis bajeles.
Dulcinea de luz, luz de Ginebra,
niña en el aire y la mañana clara,
una almena florida te celebra.
¿Qué pócima bebí, serena y rara, 
que hizo que fuera tuyo en cada hebra,
que hizo que al verme ya mi amor te amara?




domingo, 28 de junio de 2020

Quevedo habla de amor


Lloré mi amor, mas llanto me consuela
y, en lágrimas, la sangre que he vertido
déjame vivo más que lo vivido,
y más contento, aunque mi llanto duela.
Me huelgo en planto que, en la noche, vela
con mis ojos el sueño no venido;
y, mientras, canto; en tanto, mi sentido
de mi dolor de amor es centinela.
Ardiente abrazo de un doler helado,
mis lágrimas en peñas se convierten
de un manantial de llanto enamorado.
Y voy de ti hasta mí porque concierten
estos ojos que lloran en pasado
con los tuyos que ansío que despierten.





sábado, 27 de junio de 2020

Marechal habla de amor


Bandera jubilosa, la azucena,
cosmos en cifra de un dolor postrero,
libra en el aire a un resplandor surero
cielos de gracia y beatitud terrena.
Amor callado en ropas de viajero,
suelta en su día grillos y cadena,
ya navegante sin vaivén ni pena,
timón de seda y corazón de acero.
Las horas de la espera, el mar sin ruido,
sirena muda y novia silenciosa:
hembra de nácar de un varón transido.
Misterio preso en cárcel deliciosa,
que tan sólo en el Uno esté escondido
el amoroso aroma de la rosa.






Hernández habla de amor


Está la vega verde y la majada
de requiebros que tengo, ya impacientes,
a tus pasturas va por que alimentes   
con ese pienso un hambre enamorada.
Triscan caricias, beben de las fuentes
de besos que en la hierba delicada,
semilla del ardor por ti sembrada,
estallan en relámpagos torrentes.
Por una peña voy, pastor extraño,
que silba a su rebaño y arrebaña,
flauta de caña en su sayal de paño.
Luz de mi prado, tierna en mi compaña,
soy la voz que rodea en tu aledaño,
soy el pastor del fruto de tu entraña.





viernes, 26 de junio de 2020

Lugones habla de amor


El viento de la tarde agita el abedul
y el mármol de una Venus tirita en el jardín;
es invierno de niebla, bostezo del esplín
que vaga entre las matas como si fuera un tul.
El relincho de un potro con su revuelta crin
corteja a la distancia, arrestos de gandul
que llama torpemente. Detrás del cielo azul,
se agazapa la noche en su negro confín.
La mano está palpando la silla de caoba
o el respaldo mullido de verde terciopelo
y los ojos recorren la solitaria alcoba.
Las chinelas susurran su raso sobre el suelo,
la pasión ha olvidado ya su furia de loba

y le queda el perfume de un bordado pañuelo.




jueves, 25 de junio de 2020

Borges habla de amor


Era la noche ayer y yo pensaba
(la negra noche que cantaba Homero)
si en su cóncava nave, marinero,
acaso el bravo Ulises recordaba.
Pensé en la blanca Isolda, que lloraba;
y en Egill Skalla-Grimsson, hechicero
y tan poeta como fue guerrero;
y vi la torre que en Babel se alzaba.
Unas runas de Guthum repetían
que la espada y su cruz lo habían vencido.
Es invierno y, en Zurich, Joyce se muere.
La noche pasa, el sueño no ha venido.
Y de los dos, que tanto se querían,
hoy sólo hay uno, que tal vez te quiere.






miércoles, 24 de junio de 2020

En el invierno


Qué bellamente el tiempo se marchita
y qué alegría da que haya pasado,
y que ya nada agita,
en la quietud que anuncia lo esperado.

Entonces lo que viene nos visita,
camina a nuestro lado,
habla un idioma dulce, acariciado
por una voz que invita,
un murmullo de fuego que palpita
y canta y resucita
la fibra amante, el corazón cansado.





lunes, 22 de junio de 2020

L'imagination au pouvoir




Era mayo en el París de 1968 y los chicos terribles de la Sorbona pintaban a diestra y siniestra (a siniestra, más bien...) infinidad de consignas, muchas de ellas programáticas y que hicieron escuela. Tenían su gracia, la mayoría. Y es muy probable que para pergeniarlas los muchachos tuvieran su creatividad "estimulada".

Pero ahora no es antes. Y aquí no es allá.

A aquella imaginación al poder, le salió una nieta en estas pampas: la imaginación democrática.

Y esta imaginación imaginó un programa que, seguramente, un alumno de primaria lo habría escrito mejor, creo.

Pero, qué remedio. El engolamiento de las jergas de los revolucionarios siglo XXI hace eso: como desprecian el lenguaje lo descuidan, lo maltratan, lo someten a trabajos forzados. Es el inveterado gorilismo cultural de la izquierda. Gorilismo masturbatorio, además. Porque no solamente se sienten iluminados y ahitos de sus jerigonzas, sino que parece que obtienen con eso una curiosa autosatisfacción.

El caso es que hay un documento que parió la secuela de aquella petulancia que fue Carta Abierta y que ahora se llama Comuna Argentina. Y hay que subrayar la creatividad anémica de estos muchachos para trasparentar un comunismo que se parece tanto a un viejo amor que los ha desahuciado y al que vuelven con el recuerdo obsesivo. Es gracioso. La izquierda juega a ese juego de transformar las caras, que inventaron los rusos (face app), pero al revés: busca rejuvenecer, a fuerza de un neolenguaje de consignas, las avejentadas proclamas del marxismo y así ver de reinstalar la marca. Un oportunismo de mercachifle. Esa retórica que los vendedores ambulantes de objetos invendibles ejercen con gracia cuando venden en 2020 un album de figuritas del mundial de Rusia 2018, acá se transforma en un paper UBA-Conicet sólo digerible para criptólogos del mismo palo.

Un Manifiesto liminar: Para una nueva imaginación democrática, se lanzó hace unos días y busca, en lo inmediato, y entre otros objetivos, ganar espacio crítico ante el gobierno del pobre Fernández, testaferro del poder de la otra Fernández, corriéndolo por izquierda. Lo apoyan, pero lo apoyan contra la pared, es decir: lo aprietan. Ideológicamente, claro, discursivamente, claro. Son de la UBA y del Conicet, se entiende.

Pero, así y todo, mucho más agresiva que las pasadas logorreicas parrafadas del ininteligible Horacio González, la imaginación democrática de estos niños terribles pretende ser programática de un nuevo estado de cosas, que ellos esperan ver germinar al amparo del descalabro cósmico que le debemos al maléfico bicho, simple excusa para ver si esta vez pueden lo que su amiga la historia les viene retaceando. Un Estado que se haga dueño de almas, vidas y bienes, en nombre de la comunidad, a la que pretenden someter levantando la bandera de una representatividad que este nuevo Estado no piensa ganarse sino raptar y violar, siempre como vocero de lo que el pueblo quiere, aunque el pueblo no se haya enterado todavía de que lo quiere, porque no ha tomado conciencia de su papel histórico. ¿Y adivinen quiénes tienen la llave que abre el cofre donde ese papel histórico está bien guardado?

Del documento, cuya lectura no recomiendo salvo que tengan razones terapéuticas y medicinales, dejo aquí un pasaje que vale la pena enmarcar. Entre otros tópicos, desarrollan un subtítulo: Libertad.

Y allí, la juntura de cuarentena, neoliberalismo, capitalismo, revolución, comunidad, nuevo concepto de libertad, es un ejercicio sofístico sin éxito, pero ilustrativo.

El esfuerzo por fundamentar una nueva libertad y por hacer la crítica del concepto "conservador" es tan torpe, tan torpe... que de veras un alumno de primaria lo habría escrito mejor.

Muchachos, ¿quieren que les diga una cosa? Son tan reduccionistas, tan economicistas, tan de una sola cuerda, tan severos en su esquemita, que si uno no supiera lo que quieren en realidad y cómo los traiciona su materialismo crítico, diría que van por los mangos. Que lo que los vuelve locos es ver cómo se hacen de unos cuantos dólares que, por sistema, creen que los tienen otros porque se los han robado a ustedes. Yo sé que ustedes saben que el verdadero botín no es ése y sí el poder. Pero, no sé: disimulen. O escriban mejor. Yo me ofrezco a pedirle una manito a un alumno de primaria.

Y así estamos. La guerra de las dos cabezas de un mismo monstruo está agotando la historia, está acelerando su fin. Estos chicos ayudan en lo que pueden. Urgidos, ansiosos, ven un resquicio y pulsean el poder de este mundo. Enfrente, sus competidores miran con suficiencia y arrogancia y se preparan también ellos para las batallas que vienen. Los dos esperan ganar la guerra. Los dos discursean sus estrategias. Maniobran, bajan línea. Melonean todo lo que pueden. Zancadillas, operetas, manejos. Todo vale. Son iguales en su determinación.

Unos, representan el peligro nefasto y perverso de ser presentables, seductoramete presentables. Los otros, tienen la ventaja dialéctica de ser impresentables. Pero ambos compiten en crueldad y ahí no se sacan un pelo de ventaja.

Y, por si no se entendió, lo repito: ellos existen amparados en la existencia que les dan quienes les permiten existir.

Pero vayamos por ahora a esta golosina que anuncié:

Libertad

La cuarentena no es solo una de las formas de las políticas sociales de urgencia. Es una forma de resguardar la libertad sustantiva en nombre de restringir provisoriamente los movimientos que ahora conducen al contagio y pueden provocar la muerte. Por lo tanto, la libertad no solo consiste en la superficie de nuestros movimientos puestos en peligro por el solo hecho de que se realicen, sino de no hacerlos para resguardar nuestra propia libertad y la de los otros. Es la libertad comunitaria que limita por libre decisión una parte de sus movimientos para resguardar la libertad esencial de vida completa de un vasto conjunto humano. La arcaica forma del pensamiento interpreta la libertad como si fuera una cápsula privativa adquirida como un privilegio que desconocemos, pero que al serlo, restringe libertades concretas de una parte sensible del resto de la población. Quieren hacer añicos la cuarentena llamando a una productividad que no es otra cosa que la libertad de mercado que desequilibra todo el resto de las libertades, jerarquizándolas para unos y reduciéndolas para la mayoría. Lo que implica una grave decisión de desconocer las inevitables medidas de aislamiento en ámbitos poblacionales muy expuestos al contagio. Las personas libres somos las que reconocemos esta paradoja, se evita la circulación contaminante que no es libertad sino su pérdida futura, para proteger la vida que es el basamento efectivo de toda libertad autoconsciente y de toda plenitud circulatoria futura. Los factores de poder dominante que atacan la decisión de la cuarentena desde una suerte de libertad enclaustrada, ciegamente movidos por un drama universal que no comprenden, no saben que la libertad primera es la que parte de pensar la vida no como una inversión probabilística de los muertos que ya estarían contemplados en la cuota estadística que tienen en mente las grandes corporaciones financieras. Son quienes alegan la vuelta de una economía compulsiva que siempre tuvo en claro que debía presupuestar previamente las muertes necesarias que las estadísticas empresariales dictaminaban como imprescindibles para poner en marcha los sistemas productivistas de la racionalidad instrumental. La cuarentena, en cambio, está regulada y pensada como forma de despejar los oscuros obstáculos que hay ahora sobre nuestras vidas y por lo tanto sobre nuestra libertad. Es la única forma de impedir sin sofismas un desmoronamiento del trabajo, lo que nunca ellos protegieron y los que con sus maniobras corporativas en realidad siempre lo coartaron o despreciaron. Las desiguales condiciones de existencia material precisan un Estado activo en el cuidado de los sectores precarizados. Frente a esto es prioritario avanzar en un sistema impositivo más progresivo y en una más justa distribución de la riqueza. Libertad sin igualdad es dominación.

En el Mayo francés de 1968, l'imagination au pouvoir tenía un sentido, qué diré, más simpático. No era menos disolvente ni menos prepotente. Esa imaginación era simplemente más descontracturada.

La imaginación democrática de estos chicos comuneros pampas se parece más a una sesión de autocrítica en los campamentos de reeducación del khmer rojo, en la Kampuchea "democrática" de Pol Pot.






sábado, 20 de junio de 2020

Você, em Portugal


Do seu amor, tenho o nome;
e do seu nome, uma flor;
e da flor do seu amor,
tenho os seus olhos e um beijo.
É com os seus olhos que vejo
seu beijo, seu amor, sua flor,
que é alegria e dor, desejo
nascido no coração,
ainda e doce paixão.




jueves, 18 de junio de 2020

Y yo qué culpa tengo




Si la conversación se pone áspera, no es por culpa de los datos. Sino a causa del espejo.

Y a nadie le gusta que el espejo le devuelva una imagen que lo deje mal parado. Y siempre va a tener una excusa. Y la más probable es echarle la culpa al espejo que deforma el reflejo y de ese modo tortuoso y artero evitar mencionar siquiera la deformidad del reflejado.

Y así fue en este caso cuando un servidor sostuvo, sin demasiada convicción, que la causa del estado actual de las cosas argentinas no eran ni Cristina ni Mauricio.

Sin demasiada convicción, digo, porque todo el argumento expresado pendía de una otra convicción mayor y más firme, como es la de que todo el entero mundo de la política es un inmenso fraude consentido, donde dirigentes y dirigidos ponen cara de que no se enteran y a la vez todos saben que saben que el otro sabe que sabe que todos saben.

Y así todos, unos y otros, se hacen bonitamente los boludos, en las barbas mismas de los que tienen enfrente, sea enfrente abajo o arriba o al costado. Y lo hacen por perversión, de la inteligencia y de la moral, como en la casi totalidad de los dirigentes políticos (¿por qué no todos...?), o por cierto grado de interés, ceguera, abyección, comodidad o temor, por parte de los dirigidos políticos. Y esa cuestión ya me tiene un poco harto. Por eso quiero que quede dicho. Y por eso lo dije. Y lo digo.

De modo que, datos simplemente numéricos en las manos, digo sosteniendo mi dictamen que los que pusieron las condiciones de posibilidad para que la Argentina sea esta cosa penosa y reptante, son el 54,11% que le dio el triunfo a Cristina en 2011 y el 51,34% que se lo dio a Mauricio en 2015. Sin esos números, hoy la cuestión sería distinta, y quién sabe cómo, pero ciertamente distinta en cuanto a esos dos extremos. Y lo cierto es que, con esos números, es como es.

Hubo indignación, claro. Pero insisto y no me retracto.

El 23 de octubre de 2011, de 28.916.183, 22.956.385 (es decir 79,39 de los ciudadanos registrados), fueron a votar.

11.865.055 lo hicieron por Cristina y Boudou y le dieron un triunfo histórico en cifras, lo que en realidad sólo sirve para la estadística. Porque lo que en realidad le dieron es un capital político del que siguen mamando suculentos intereses en materia de poder político.

El 22 de noviembre de 2015, en la segunda y definitiva vuelta electoral de ese año, de los 32.108.509 de ciudadanos registrados, fueron a votar 25.935.243, es decir, el 80.77 %.

Ese día, 12.988.349 votos dijeron que Mauricio y Gabriela ganaban las elecciones, pero también decían que el "espacio" político vencedor podía sobrevivir a la atávica fagocitosis peronista y constituirse, más que en gobierno, en una alternativa política, lo que todavía es, pese a todo y gracias a frivolidad política (y no de ahora ni de estas pampas, solamente...) que permite reciclar basura y transformarla en alimento... insalubre, claro. Aquí y en toda parte del mundo mundial.

De modo que mi conclusión displicente siguió el curso de la lógica: si usted es alguno de los 11.865.055 de 2011 o uno de los 12.988.349 del 2015, hágase cargo, porque es responsable de lo que pasa hoy y del estado de cosas de hoy mismo.

¿Único responsable? No se dijo eso. ¿Principal responsable? Bueno, veamos: sin usted, difícilmente eso podría haber pasado, así que..., usted verá...

Por eso. Elija, para su autocomplacencia o tranquilidad espiritual, el porcentaje de responsabilidad que le caiga mejor. Y, de paso, si puede, en el mismo acto haga un esfuerzo de honestidad intelectual y moral para repasar los motivos que lo llevaron a ser uno de ellos.

Después, tómese su tiempo para justificarse todo lo que quiera. Haga alambiques de oportunidad, haga su pusilánime ajedrez político de aprendiz de brujo, especule con suficiencia sobre sí es preferible esto que aquello otro, pontifique sobre males menores, enchárquese en las fintas acerca de los amigos de sus amigos o los enemigos de sus enemigos y todas esas alquimias de cobardes.

Un servidor, tiene tiempo y puede esperar.

Pero el resultado de la cuestión, por mucho que pese, seguirá siendo el mismo: si usted es uno de esos 24.853.404 que cimentaron el poder de Cristina y de Mauricio, y de todo lo que eso significa, hágase cargo y diga con llaneza: ellos son porque yo quise que fueran. Y bánquesela. Y no joda más hasta que aprenda o hasta que le crezca un poco de coraje (de preferencia, dos corajes... ovoides, si es posible).






martes, 16 de junio de 2020

Coplas & rondas


https://www.mediafire.com/file/jmj0ei2i5nf9a9o/coplas_%26_rondas.pdf/file


Un librito de coplas y de aires de rondas.

¿Por qué?

No hay porqué.

Lo que hay son coplas y aires de rondas. Porque sí, que así son los versos.


¿Para quién?

Eso es otra cosa.

Y ahí, su servidor no tiene nada que declarar.


Ya lo tiene usted y eso es suficiente.





Coplas copleras /5

 
 
 
De la copla


Una copla me cantaste
y mirándote la oí;
y por quedarme en tus ojos,
otra copla me perdí.

§

Cuando la copla no quiere
inútil poner empeño:
el silencio se hace dueño
y nadie a la copla hiere.

§

Solo cantando venía
y solo andaba rumiando
la copla que te daría,
y solo la fui olvidando.

§

La palabra tiene el hombre
para que pueda cantar,
por eso no ha de olvidar
que, cuando la copla canta,
desde el pecho se levanta,
y si no es de entraña dura,
el canto de una hermosura
que le llega a la garganta.

§

Dijiste que alguien te diera
una copla y que su amor
más bonita la vistiera.
Ay, chinita, si yo fuera
tu cantor...

§

Cuando tu tata me vio
con la guitarra en la mano
ahí nomás me malició.
Pero tu mama me oyó
y vio tus ojos cantar
y ahí nomás m'hizo dentrar.

 §

Cantaba el viejo sus penas
con unas coplas que hacía,
y un crespín, mientras lo oía,
no se animaba a volar,
pero se puso a coplear
tan triste como podía.

§

Mocita, si me regala
las coplitas que yo quiero
y las canta por baguala,
de oírla nomás, me muero.

§

La copla crece de adentro
y nace en el corazón,
y es la copla una emoción
que a veces trae sentencia.
Con toda su clara ciencia,
hasta la misma razón
deja que hable la canción,
que tiene más experiencia.

§

Para una prienda, esta copla
por el amor que me tiene.
De donde esté, sé que viene
cada vez que el viento sopla. 






lunes, 15 de junio de 2020

Ronda redonda

(Aire de ronda infantil)

En la baldosa cuadrada
bailé una ronda redonda,
y ella, pícara y oronda,
de la ronda enamorada,
dio una vuelta a la rotonda
y se volvió, con mi ronda,
redonda y era cuadrada,
la baldosa colorada.




domingo, 14 de junio de 2020

Ronda del zorzal


(Aire de ronda infantil)


Hay rocío.
Está en su rama
y con su trino me llama
el zorzal.

Melodía del aromo
que él canta
y que yo no sé
cómo.

Mañanita
en el corral,
ay mañanita:
cómo suena tan bonita
la canción.

Yo quiero su corazón.

Porque quita toda pena
y cantando no hay igual,
ay si tuviera, morena,
para cantarte su son
y en mi voz el mismo don
del zorzal.




sábado, 13 de junio de 2020

Ronda de la lluvia



(Aire de ronda infantil)

Música en las gotas
sobre mi tejado,
gotas que son notas...
Todo está mojado.
La lluvia se queja
del viento enojado
que sopla y no deja
que caiga pareja.

Feliz baila y brilla
la flor con el agua,
no tiene paragua,
no tiene sombrilla,
y, aunque el viento muerde,
alegre y sencilla,
con vestido verde
ni una gota pierde
la cara amarilla
de la manzanilla.

Sin más protocolo,
junto a la verbena
que nunca se apena,
floreció un gladiolo
y aunque llueve y truena
ya rojo va al vuelo.
Mientras, silba y trina,
mirando hacia el cielo,
el pardo chingolo
sobre mi ciruelo
con voz argentina.





viernes, 12 de junio de 2020

Ronda de la amada y su marinero



(Aire de ronda infantil)

En el puerto te esperé
ay, marinero...
El mar estaba tan fiero,
que temblé.


Te vi las velas ceñir
en tu barca verde mar;
las velas te he visto izar
y partir.

En el puerto te esperé,
ay, marinero...
El mar estaba tan fiero,
que temblé.


Hasta el muelle me aventuro
con la tormenta llegando.
El cielo me está llamando
y es oscuro.

En el puerto te esperé
ay, marinero...
El mar estaba tan fiero,
que temblé.


Furia de sal en la ola,
paso un día y otro día
ante la borrasca fría,
siempre sola.

En el puerto yo te espero,
ay, marinero...





miércoles, 10 de junio de 2020

Ronda de ninna nanna


(Aire de ronda infantil)


Angelito mío
vamos a dormir,
que la luna luna
ya está por salir.

Juega con mis ojos,
le gusta un botón:
ya no se distraiga,
ángel juguetón.

Cierre los ojitos,

angelito bueno,
sueñe que jugamos,
respire sereno.

Mire esa ovejita:
qué suave vellón
con esa manchita
de color marrón.

Una caricita
en su naricita;
deme su manito,
mi dulce angelito,
que mientras se duerme
lo miro dormir.

Y la luna luna
ya está por salir.





martes, 9 de junio de 2020

Coplas copleras /4



De la tierra y del cielo


Vine dejando una huella
porque te anduve buscando;
y estabas en una estrella
que me iba acompañando.

§

La luna se hace menguante
y después desaparece;
a los siete días crece
y, llena, sigue adelante.

§

Si va para el horizonte,
el que camina lo ve.
Si no lo ve el que camina,
nunca sabrá adónde fue.

§

La lluvia moja la tierra
y llega del cielo al suelo:
¿de dónde vienen las lágrimas
que llegan a tu pañuelo?

§

Está abrazando mi sombra
la sombra de tu figura.
Y mi sombra se hace luz:
eclipse de tu ternura.

§

Si la tierra se reseca
pronto se vuelve desierto.
Así el corazón que no ama,
todo de arena cubierto.

§

El universo infinito
brilla en la noche del cielo.
Más infinitos tus ojos
y la noche de tu pelo.

§

Para que nunca me olvides
en el aire dejo el viento.
Me ha de nombrar cuando sople
por si alguna vez me ausento.

§

Cuando sale rojo el sol
la lluvia no ha de tardar.
Apure el paso el que anda,
si no se quiere mojar.

§

Tiene el mundo maravillas
y entre todas sé de una:
el cielo con que me miras
bajo la luz de la luna.







lunes, 8 de junio de 2020

Ronda del laurel



(Aire de ronda infantil)

Baja de los cerros
el señor Manuel
a batir el llano
y a sembrar laurel.

Ya tiene en la mano,
y la lleva al vuelo,
la nueva bandera
que le diera el cielo
al señor Belgrano,
que es un buen cristiano.

Es azul celeste,
blanco virginal:
con esos colores
la vio el General.
Y a la Generala
se la presentó
para que Ella viera
lo que Ella le dio.

¿Quién es la Señora
ante quien se inclina?
Es la bienhechora
de nuestra Argentina.

Es la Virgen santa,
¿no lo sabe usted?:
es Nuestra Señora
la de la Merced.


Con Ella adelante
y el sable en su mano,
baja de los cerros,
tan valiente y fiel,
don Manuel Belgrano
que es un buen cristiano,

a batir el llano
y a sembrar laurel.



domingo, 7 de junio de 2020

sábado, 6 de junio de 2020

Coplas copleras /3


De varias cosas


A la vuelta de una esquina
un fantasma apareció:
¡Qué susto se habrá pegado
el pobre cuando me vio!

§

Dijo un pueblero sabihondo
que la hiena se reía.
Parece risa y es mueca,
no es contento ni alegría.

§

Si quiere trepar un cerro
va a tener que caminar...
Y va a seguir caminando
si de verdad va a trepar.

§

De todos los animales,
no me gustan los conejos:
tienen orejas muy grandes
y los dientes desparejos.

§

El león caza de noche
porque tiene buena vista
y, aunque prudente o astuta,
no hay presa que se resista.

§

Si el mar fuera de agua dulce,
tan amargo no sería;
y un marinero en el mar
de sed no se moriría.

§

Los sapos comen bichitos
y gusanos las gaviotas;
y el chancho, que es delicado,
se muere por las bellotas.

§


No se lleva peso inútil
si se sale a caminar.
Se deja atrás, si no sirve,
porque liviano hay que andar.


§


Es muy taimada la urraca:
se alimenta en nido ajeno,
mata las crías de otros;
es más mala que el veneno.

§

Donde termina el camino,
allí se puede quedar;
pero, si nadie lo espera,
no sabrá lo que es llegar.










Ronda de mi arbolito nuevo


(Aire de ronda infantil)

Tengo un arbolito
que planté en enero
y en una ramita
le cantó un jilguero.

En febrero, flores
me dio el arbolito
y, por cada flor,
cantó un pajarito.

Marzo entre sus ramas
se vino a posar;
le quitó las hojas
y empezó a temblar.

Con mucho cuidado
lo cubrí en abril
y un zorzal su canto
le cantó gentil.

Con su niebla, un día
llegó el mes de mayo:
le trajo la lluvia
y el trueno y el rayo.

Como ya es invierno,
en junio lo abrigo;
y el árbol se duerme
cantando conmigo.




Cosecha III


No es otra cosa más que lo sembrado.
Si ves atrás, verás. Es tu cosecha.
Y es que por cada cosa dicha o hecha,
una semilla queda en el pasado.
Acaso el tallo flaco, un fruto ajado,
una espina, la hoja contahecha,
la savia ahogada por la vena estrecha:
son rastros, en la obra, de lo obrado.
Las eras de las horas y los días
como surcos recogen la simiente
y el tiempo la revela y la madura.
Y llega el año, el mes en que, crujiente,
lo que sin darte cuenta le confías,
llega a la luz, desde tu tierra oscura.





viernes, 5 de junio de 2020

Sonetos florentinos /3 y final



III. Beatrice, sin ti

Florencia nos unió para que hubiera
un amor que cantar y cada día
se te nombra en mi nombre, que nacía
para que nunca más después muriera.
El gozo y la desdicha que te diera
saber que yo existía y que moría,
es tu patria, la tierra en que vivía
la voz más bella que esta tierra diera.
Y no podré cantar, aunque supiera,
la pena de Florencia, que es la mía,
porque tu canto ya no volvería.
Y aunque yo, tu Beatrice, te dijera
que por tu voz de nuevo viviría,
Florencia en vano llora, en vano espera.




jueves, 4 de junio de 2020

Sonetos florentinos /2


II. Giovanna

Guido, en tu nombre canto a monna Vanna,
mientras, andando por un mar ligero
juntos tú y yo, y Amor de pasajero,
razonamos de amor esta mañana.
Tal vez no fuiste por la senda arcana
que es la que busca un hombre, si viajero
quiere el descanso en el Amor primero,
y fue otro amor tu amor a tu Giovanna.
Por la amistad con que te llamo amigo,
canto en tu nombre a la mujer que amaste
para que nunca de tu amor se dude.
Y va conmigo Amor y al canto acude
para que diga él lo que callaste
sobre un amor del que yo fui testigo.



miércoles, 3 de junio de 2020

Sonetos florentinos


I. Bice de Florencia

¿Cuál calle? ¿Qué balcón? ¿Cuál es la puerta?
¿Qué puente he de cruzar hasta alcanzarte?
¿En qué rincón me esconderé a llorarte
cuando, sin ti, Florencia esté desierta?
¿Quién me dirá tu nombre? Y, al nombrarte,
¿qué haré para que el aire se convierta
en vida nueva, que en tu boca vierta
el fuego amante con el que abrasarte?
La vena de mi duelo, ya entreabierta
se funde con tu sangre y se concierta
para que nunca deje de cantarte.
No importa dónde estés para encontrarte.
¿Florencia? Sí, tal vez. Pero, al amarte,
en toda parte estás, aunque estés muerta.




lunes, 1 de junio de 2020

La viola del Señor de Sainte Colombe


Señor de Sainte Colombe, su viola hiere
el aire de esta tarde, en junio, al sur,
entre plátanos mudos deshojados
y una bruma del tiempo que lo anuncia.
El arco ya en su mano meláncolica
rasga una cuerda, punza el corazón,
y esparce la memoria amante y sola
de quien llevó su voz hasta el silencio.
Aparte de este mundo, siempre aparte,
Señor, las notas claras de su música
hienden su gozo triste a quien las oye.
Y anochece en preludios, mece el día
sin lágrimas, Señor, serenamente
al amparo feliz de su nostalgia.





Cosecha II


No llega ni se va, como este otoño.
No es historia, tampoco es el futuro,
y en nada es el presente ni el instante.
Navega el tiempo sin timón ni mar.
Se enhebra entre las horas de la noche,
y con más hebras teje la mañana;
con hebras invisibles, cada tarde.
Tela inconsutil que recubre el día.
No. Para mí, cada minuto cuenta:
preñados de una viva consistencia,
vivos a fuerza de una luz de música
que en cadencias y cantos vibra en ellos,
y en todo lo que danza con su ritmo,
que es un amor que no conoce fin.