martes, 30 de agosto de 2022

A sorbos de jazmines


Son nueve lunas quietas sobre el llano,
que rondaron mis ojos. Y punzantes
y rotundas están. Y, desafiantes,
lamen su luz del hueco de mi mano.

Son nueve lunas de los caminantes
que caminan el tiempo, nunca en vano:
de lunas de verano hasta el verano
de lunas nuevas, nunca más menguantes.

Sigo el consejo de los picaflores
y a sorbos de jazmines me alimento;
de lunas que no son, convalesciente.

En deliciosas órbitas mejores,
el corazón amante halló el sustento
que aroma lo que sabe y lo que siente. 



 

 

lunes, 29 de agosto de 2022

Tu señal


No sé si en la bandada peregrina,
o en las flores de agosto, en los panales,
o en las bellotas de los robledales,
en algún gesto, en una serpentina
que gire a contraluz, o en manantiales
de un bermellón de sol, o en la cantina
con dinteles de pino, en los umbrales
de los nidos de ramas de zorzales, 
o en un raro vaivén de una cortina...
No sé. Yo no lo sé. Pero la espero.
Cada hora la espero. A cada paso
me fío de las voces del acaso:
sigo mil huellas por cualquier sendero
y algunas veces llego hasta un rosal
donde tal vez encuentre tu señal.



 

 

domingo, 28 de agosto de 2022

Silencios


Sabe a limón el cielo que amanece,
y te cubre de azahar la melodía
del viento azul de la mañana fría.
Y mi brazo te abraza y te obedece.

Silencio de este llano que guarece
de la distancia y la melancolía.
¿Qué canción en sus versos repetía
"...y vuelve, amor...", que ahora te estremece?

Se quiebra la mañana de amapola.
Vetas en gris me tajan el camino
y llegan, puro sur, nubes de acero.

En tu horizonte, tu figura sola
se vuelve mi pasado y mi destino,
lo que dejo detrás y lo que espero.



 

jueves, 25 de agosto de 2022

Fronteras




Aquí queda, en conmemoración de los 150 años de la aparición de El gaucho Martín Fierro.

Roque Raúl Aragón, ya en el Cielo de los tucumanos, me enseñó a leerlo y a saberlo. Espero, en su homenaje, haber aprendido algo de lo que me enseñó. Los aciertos que encuentren, son sus aciertos. Lo demás, es más o menos de un servidor.





lunes, 22 de agosto de 2022

El camino de tu casa


Hay un rumor azul de casuarina
que vuelve el cielo tibio y melodioso.
Un camino de sirga pedregoso
bordea en ocre el agua campesina.

Silba en los fresnos un zorzal fogoso
y el aromo dorado se ilumina.
Y vuela una calandria hasta la encina
con un requiebro triste y amoroso.

Detrás de los alerces y frutales,
un jardín de magnolias y rosales
abre sus brazos porque voy llegando.

Con un aire a madera me perfumo,
y es otro abrazo que regala el humo
del fuego, con que estabas esperando.



 

domingo, 21 de agosto de 2022

Lo que somos


​Somos un cielo en llamas que atardece
y vamos a una noche que madura
estrellas de dolor y de dulzura,
insomnes de algún sueño que envejece. 

Somos después la noche, sombra pura
que, mientras cubre el cielo y lo ensombrece,
siembra en lo oscuro el día que amanece,
sedienta de una luz que transfigura.

Seremos la mañana, nuevo fuego,
vueltos en sol, seremos primavera
de un amor fuerte que en su luz veremos.

Como el mendigo que, al decir su ruego
y al extender su mano, siempre espera,
limosnas de ese amor esperaremos.


 

viernes, 19 de agosto de 2022

Muerte del zorzal

 

Y vio el zorzal que pronto moriría.
Y su canto a la flor de la mañana,
fue pena​ pura en la canción galana
de la alondra que amó y ya no vería.

La alondra triste ve la tarde grana​:
​va en ​el​ cortejo ​hacia​ una sombra fría
​que al llegar a ​la noche ​repetía
​el canto ausente que el dolor desgrana.

Se reclinó el zorzal en el ramaje
y ​​subió por sus alas y fue al pecho
​un silencio de duelo funeral​.​

​Lecho en silencio y gris es el paisaje
y lo amortajan trinos en el lecho,
que guardan la memoria del zorzal. ​



 

miércoles, 17 de agosto de 2022

Tú, en guerra con mi mar


En su costa de invierno acantilado
se ha enfurecido el mar porque te miro
y te veo y soy mar y me retiro
y regreso espumando y a tu lado.

Costa de mar tu esfinge, es tu suspiro
todo luz y misterio desusado:
viento que encrespa el mar de mi costado;
tú, arena de oro, y yo, luz de zafiro.

Tú, en guerra con mi mar, costa amorosa,
proa de fuego que al tajar me besa;
peña y delicia, todo en un instante.

Se encela el mar, la ola está celosa:
son celos por la guerra, que no cesa,
de un mar de amor contra la costa amante.


 

martes, 16 de agosto de 2022

Es tiempo de no estar


Es tiempo de no estar, de haber partido,
de medir con olvido la distancia
y olvidar cada cosa y la fragancia
de cada cosa que se va al olvido.

Es tiempo de partir, no haber estado
ni presente ni ausente; la existencia
sin rastros de la ausencia y la presencia,
sin futuro o presente y sin pasado.

Es tiempo de que el mundo en su espesura
deje de ser aquella selva oscura
por la que Dante llega hasta Beatriz.

Es la hora del tiempo en que una rosa
sea la flor verdadera y misteriosa
que incendia aquí en mi centro su raíz.




sábado, 6 de agosto de 2022

décimas mínimas




Catorce décimas hay en este pequeño volumen. Se compusieron entre julio y agosto y se editaron en este último mes de 2022.

Un epígrafe en el libro dice: Entre la tierra y el cielo, y así es como nació.



 

martes, 2 de agosto de 2022

Sueño de lapacho


Si duermo un sur de sal, de viento y nada,
sueño con unos montes aguerridos.
Si duermo arena mustia y espumada,
sueño con unos cerros florecidos.
Si duermo en una oscura noche ajada,
sueño con unos cielos encendidos.
Si duermo una llanura desolada,
sueño con unos valles verdecidos.
Y entre que duermo y voy y sueño y vengo,
se deshace la niebla de la vida
y a cada paso el corazón despierta
la noche muerta. Y ya en el alma tengo
la luz dorada de un lapacho, abierta
en flor de miel que nace bienvenida.




lunes, 1 de agosto de 2022

Mansidão


La niebla sueña que ella enciende el día
y que es la luz su velo iluminado,
y sueña que en el aire silenciado
ella es el sol de esta mañana fría.
Sueña que el cielo ha abierto su costado
y que el amanecer, que antes tenía,
envuelto en neblinosa hechicería,
de sus manos de niebla le ha brotado.
(Quietud en flor los ojos de mi dueña,
mientras las llamas de mi fuego crecen,
pura verdad su mano enamorada...)
Los sueños vanos que la niebla sueña,
en hebras de algodón se desvanecen
y de la niebla apenas queda nada
.