domingo, 14 de agosto de 2005

Mt. 15, 21-28

Como un cachorro -lo leo en san Mateo-
vengo a hablarte, confiado y cananeo,
para decirte que también yo creo.

Y a traerte la pena que me pesa
y está a tus pies. Mientras mi boca besa
la migaja que cae de tu mesa.