jueves, 21 de abril de 2005

Lo tenía en la pila de pendientes, para releer. Lo 'ataqué' hace unos cuantos días. Y me resulta bien oportuno: Juan XXIII (XXIV). Una Fantasía (o sea La Resurrección del Quijote - Sinfonía fantástica a la Berlioz en tres movimientos y una coda; para uso de naciones subdesarrolladas), de Jerónimo del Rey (Leonardo Castellani, como todo el mundo sabe), Theoría, 1964.

Tiene una portadilla que dice:
Este libro es un pasatiempo.
Si acaso sobre eso es otra cosa, consta que por primero es un pasatiempo lícito y humano.
Los sucesos están en futuro presente condicional. O para más claridad, lo inmergente para lo sobreviviente; y éste, inmergente otra vez, para el futuro emergente.
Los sucesos increíbles, inimitables y verídicos aquí narrados comenzaon en Montevideo poco antes de la invasión yanqui, la guerra francorrusa y la fragmentación de la Argentina en seis naciones.


Cada capítulo -o Puntada, como llama a la italiana- tiene uno o más epígrafes, algunos inventados, otros no. Por ejemplo, estos dos:

La autobiografía es el mejor vehículo para decir la verdad -acerca de los otros. Chesterton (capítulo 8)

All a poet can do is simply warn (todo lo que un poeta puede hacer es avisar.) Owen (capítulo 11)