viernes, 15 de abril de 2005

Busca uno algo y encuentra otra cosa, que es lo que al fin más le importa haber encontrado.

Me pasaron un reportaje con algunas menciones a C. S. Lewis y de allí me fui al libro que un amigo escribió sobre él, a corroborar una alusión. Mientras buscaba, se me cruzaron dos textos:

"En todo el mundo, hasta tiempos muy recientes, la directa percepción de los místicos y los razonamientos de los filósofos se filtraban hasta la gente del común a través de la autoridad y la tradición; podían ser así recibidos por aquellos que no eran en sí mismos grandes razonadores bajo la forma concreta del mito y el ritual y el conjunto del modelo ejemplar de la vida..."
Y en otro fragmento de la misma obra, Miracles, dice Lewis:

"El pensamiento antiguo, ricamente imaginativo que todavía sobrevive en Platón tiene que someterse al mortífero pero indispensable proceso de análisis lógico: naturaleza y espíritu, materia y mente, hecho y mito, lo literal y lo metafórico, tienen que ser más y más agudamente separados, hasta que al final un universo puramente matemático y una mente puramente subjetiva se confrontan el uno a la otra a través de un abismo infranqueable. Pero también desde este descenso, si ha de sobrevivir el pensamiento mismo, debe darse una reascensión y la concepción cristiana provee por ello. Aquellos que alcancen la gloriosa resurrección verán los secos huesos revestidos nuevamente de carne, el hecho y el mito reunidos, lo literal y lo metafórico, discurriendo juntos."

Como estaba en el barrio de las cosas que estaba pensando durante la lluvia, de estas líneas pasé a otras vecinas en su sentido, lo que nos lleva al lewisiano tema de la nostalgia, y que casi no resisto la tentación de copiar ahora. No lo haré, pero es verdad que me olvidé rápidamente de la tontera que fui a buscar.

A propósito de estas cuestiones, podrá decirse con solemnidad que hay, por lo pronto en los textos de Lewis, una huella platónica y esas cosas. Si eso es lo que hay que decir, diré a mi vez que, a lo que parece, resulta que Platón tenía bastante más claro que (muchos de) los teólogos qué cosa es el contenido de la Fe, por ejemplo. Por no hablar de cuánto sabía Platón acerca de lo que ve el que ve algo cuando lo ve. Y Lewis, por fuerza, si entendió a Platón.

Me da la impresión de que hay una cierta condescencia con el mito, una cierta mirada de suficiencia (que se filtra incluso entre los simpatizantes, que se avergüenzan tal vez hasta de tener que usar la palabra mito, y preferirían tal vez algo más dulce y 'serio' al oído de hoy), y sé que no digo nada inédito.

Tal vez no haya que llegar a los extremos -por momentos decididamente 'primordiales'- de Simone Weil en su ensayo Dios en Platón. Aunque eso no lo sé con seguridad.

Lo que sí se me hace mucho más que probable es que 'saber' y 'entender' cosas sean realidades bastante más parecidas a lo que es la poesía entre los hombres, que a cualquier otro modo humano de saber.