sábado, 23 de octubre de 2004

¿Y siempre, siempre?

¿Y siempre, siempre he de mirar, Dios mío,
pese a todos los años que han pasado,
desnudo el campo que elegí por prado,
desierto el cauce que debió ser río?

¿Y lo que tanto quiero y tanto ansío
no habrá de ser, me habrá de ser negado?
¿Y el corazón que entero he dedicado
por siempre y siempre he de sentir vacío?

Muchos los años son que en esto llevo,
mucho el amor que he puesto y la esperanza,
pero, ya ves, ya ves, nada ha valido.

Sin fin me obligo a comenzar de nuevo
y es inútil, lo nuevo nunca alcanza.
¿Siempre he de ser, Dios mío, el que no ha sido?

Jorge Vocos Lescano

Éste es el último del libro, pero encontré -releyendo- otro más.

Es extraña esa sensación de cierta estupidez (que diría Chesterton) que le viene a uno por no haber visto la primera o la segunda vez lo que está ahí, desde antes que uno siquiera mirara.