miércoles, 14 de enero de 2004

Soledad

¡En ti estás todo, mar, y sin embargo
qué sin ti estás, qué solo,
qué lejos siempre de ti mismo!
Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
en un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.
Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late, y no lo sientes
¡Qué plenitud de soledad, mar solo!



Juan Ramón Jiménez