viernes, 9 de enero de 2004

En la que me parece que es la mejor novela de Evelyn Waugh, Brideshead revisited, hay una cantidad de personajes típicos. Es lo que puede hacer un autor de novelas. Un buen autor, un gran autor de buenas novelas. Al mismo tiempo está allí la vida y lo que pasa en la vida y lo que se piensa de la vida y lo que se sabe de la vida por haber vivido y haber pensado lo vivido. Eso es saber, aunque dicho en términos más complicados.

Entre los tipos está el protagonista, Charles Ryder, dispuesto y mal que le pese a saber finalmente qué es la vida en realidad. A su alrededor, decenas de personajes y tipos de personas. Entre tantos, uno: Rex Mottram, un hombre sin pasado, es decir: sin raíces en la existencia. Logrero, inescrupuloso, arribista, sub-moral, y eso porque está, en cierto sentido, y como lo define la principal mujer de la obra: sin terminar.

En la mitad física de la novela, a la altura de la historia en la que ambos, Ryder y Mottram, ya saben cada cual a su modo y bastante bien quiénes son (aunque no sepan quiénes serán finalmente, lo que es otro hallazgo de virtuosismo del autor), y cuando los lectores también sabemos ya eso mismo, un día se encuentran para almorzar, por razones fortuitas.

El pasaje, a mi juicio, merece una cita completa. Pero, ¿no sería preferible una lectura completa de toda la novela? No hay duda: absolutamente sí.

Entonces, que quede solamente la muestra.

Por ejemplo, como regalo de Reyes.


"Disfruté del borgoña. Parecía un recordatorio de que el mundo era un lugar más antiguo y mejor de lo que Rex sabía; de que la humanidad, en su larga pasión, había aprendido una sabiduría distinta de la suya. Por casualidad, volví a encontrar este mismo vino un día que almorzamos con mi vinatero en St. James's Street, durante el primer otoño de la guerra. Aunque algo más suave, con el acento puro y auténtico de su plenitud, seguía expresando las mismas palabras de esperanza."


Quien no sepa de qué está hablando Waugh, siempre puede quedarse con la idea de que está hablando de vinos, solamente.