miércoles, 3 de junio de 2020

Sonetos florentinos


I. Bice de Florencia

¿Cuál calle? ¿Qué balcón? ¿Cuál es la puerta?
¿Qué puente he de cruzar hasta alcanzarte?
¿En qué rincón me esconderé a llorarte
cuando, sin ti, Florencia esté desierta?
¿Quién me dirá tu nombre? Y, al nombrarte,
¿qué haré para que el aire se convierta
en vida nueva, que en tu boca vierta
el fuego amante con el que abrasarte?
La vena de mi duelo, ya entreabierta
se funde con tu sangre y se concierta
para que nunca deje de cantarte.
No importa dónde estés para encontrarte.
¿Florencia? Sí, tal vez. Pero, al amarte,
en toda parte estás, aunque estés muerta.