viernes, 24 de agosto de 2012

Dije lo que dije

Fue en junio pasado que publiqué un artículo de Aragón (El almirante saca pecho...colorado") sobre las Memorias de Tomás de Iriarte; había allí unos dichos suyos sobre otros de Iriarte refiriéndose con furia a Guillermo Brown. Prometí aquella vez publicar en la próxima una réplica que recibió Aragón. Y no cumplí.

Mejor.

Porque ahora encontré la réplica de Aragón a la réplica que le hiciera entonces el contralmirante Laurio H. Destéfani, quien estaba a cargo del departamento de estudios históricos de lo que era por aquellos años el comando en jefe de la Armada y que fue quien entendió debía salir en defensa de Brown.

Una cosa que me llamó la atención es que todo duró desde fines de julio hasta fines de octubre de 1978 y en ese período solamente están el artículo que da origen a la cuestión, la réplica de Destéfani (de septiembre) y, un mes después, la de Aragón en respuesta. Y nada más. Ida y vuelta.

No sé cuáles habrán sido las razones, pero me gustaría pensar que no fue por falta de entusiasmo de las partes o por desidia, sino por un modo de vivencia del paso del tiempo que ciertamente no es común, y seguro no es actual. Y no estamos tan lejos de aquellos días, como para pensar que son muy distintos aquellos de los nuestros.

Sería impensable hoy sostener a través de las páginas de un diario una polémica de cualquier tema con esa frecuencia de respuestas.

Pero eso es casi lateral, porque está, claro, la substancia del asunto y la metodología para exponerla por parte de cada quien. Un ejercicio que no le vendría mal a más de uno, diría.