sábado, 21 de noviembre de 2015

Prosodie


Ah, la France...
D'une manière générale, la prosodie est l'inflexion, le ton, la tonalité, l'intonation, l'accent, la modulation que nous donnons à notre langage oral en fonction de nos émotions et de l'influence que nous désirons avoir sur nos interlocuteurs.
Rastreando cuestiones de lenguaje, fui a dar con esta bonita definición.

Y también con ésta.
La prosodie est l'étude des phénomènes de l'accentuation et de l'intonation (variation de hauteur, de durée et d'intensité) permettant de véhiculer de l'information liée au sens telle que la mise en relief, mais aussi l'assertion, l'interrogation, l'injonction, l'exclamation…

El asunto es simpático.

Un diccionario cualquiera dirá que la prosodia es la pronunciación regular de las palabras en relación con el acento, la cantidad, el ritmo. Y, además, la disciplina que se ocupa de tal cosa. O algo parecido.

Pero esa incorporación de matices en las definiciones que traigo más arriba, me cae mejor.

Para Husserl y los fenomenólogos posteriores a él, el cuerpo participa también en el lenguaje y tanto que es parte de él porque, sin él, el lenguaje no existiría. Por eso le dan importancia al asunto.

Pero no es solamente el cuerpo, sino la persona entera que expresa personalmente y supone a otra persona que recibe del mismo modo. Con todo el compromiso personal que eso supone por ambos lados.

Lo llaman intersubjetividad. Como prefieran. Me da lo mismo.

Tanto en aquellas definiciones como en Husserl, ya que lo mencionamos, hay algo de superestructura, como si se necesitara disciplinar de algún modo lo que se concibe como un caos o un desorden en la realidad y hasta en la persona. Y hasta en el propio lenguaje. Y de allí que aún las definiciones que me gustan más se ven en la obligación de describir -con tímidos atisbos más profundos, es decir, más reales- un fenómeno y someterlo a un régimen. Husserl, que no me desagrada del todo, también.

Que el régimen coincida más o menos con lo real, califica a quien lo aplica o legisla.

Pero todo eso, al fin de las cuentas, es simplemente la nomenclatura de algo que es.

En último término, es la persona y su prosodia. Es la prosodia como parte de la expresión de la persona.

La persona está detrás. La realidad misma pasando a través de la persona está detrás. Las posibilidades de la realidad y de la percepción personal de la realidad están detrás.

El lenguaje traduce a la vez a la persona y a la realidad. Las significa.

Y la prosodia, más allá de la academia y de las escuelas, lo muestra.