sábado, 12 de octubre de 2013

Irritado



Disculpe, don Cristóbal,
los versos entre dientes,
pero los compatriotas
son como los parientes.

Ahí, como lo veo,
talado como un roble,
se agranda mi vergüenza.
Usted se hace más noble.

Y si con esa furia
con que encaró su viaje
los mandara al carajo...
muy bien por su coraje.

Una cosa tan sólo
le pediría, acaso:
no lo diga en la lengua
de Lope y Garcilaso.

Es más digno y sonoro
insultar a un enano
si un terso vaffanculo!
le espeta en italiano.

Le pido mil perdones
a mediados de octubre,
por esa mala leche
que salió de esa ubre.

Se eligen los amores,
que amar es elegir,
pero no los paisanos...,
qué le puedo decir.