miércoles, 23 de octubre de 2013

El mar





El cielo dado vuelta y sin estrellas:
eso es el mar, potente en ademanes;
y un rumor de vaivenes en s
us venas.
La sola soledad sólo a él le cabe.
Un horizonte lejos, las mareas
lunáticas, el viento, los oleajes...
Sin flores, sin caminos, sin tabernas, 
sin árboles, sin nidos, sin juglares. 
Eso es el mar, el mar..., la voz tronante
que deshace la voz de los poetas,
con su belleza líquida y salvaje.
Eso es el mar, el mar... la sal, su arena,
la inmensidad, la hondura inhabitable...
Y el opuesto del cielo y de la tierra.