Sigo por el Mare porque vengo de otros desiertos por estos días. Y viajar cansa, claro. Y la música descansa.
Así fue que, buscando reparo, encontré en medio del Mare tres piezas entre varias, pero éstas de rara factura. Y belleza.
Putaiola, por ejemplo, canción sarda, que hacen aquí Elena Ledda (cantante sarda afamada y bastante peculiar), Mauro Palmas y mi querida Savina Yannatou (tres de esos incansables investigadores de la música de todo el Mare en torno...).
(No, mi amigo, no: putaiola quiere decir tijera o podadora.)
O esta rareza de poema en griego Σαν το ρόδο (San to rodo, como la rosa...), que ellos mismos cantan.
O aun esta obrita extraña, Laudatu semper sia, tomada de un antiguo rosario sardo.
Y ya.
A seguir viaje.