domingo, 12 de abril de 2015

Spleen de abril


Todo el aire de abril se ha deleitado
y saborea el sol que Otoño deja
en las hojas, los ojos y la reja
de la ventana en la que está acodado.
La luz, el viento, el cielo desusado,
un cítrico esplendor que el sol espeja
y rueda por la calle despareja
mientras un silbo se oye perfumado.
En ráfagas de tiempo, ya el futuro
nostálgico de todo lo que ha sido
labra la piedra gris de su mañana.
Apenas un gorrión descolorido
pone a su paso un resplandor oscuro
y a tono con su ceño y su ventana.