viernes, 10 de enero de 2014

Tercer madrigal de enero




Mientras el ala de la nube vuela
sobre esta tierra en sombras,
la soledad más dulce nos ampara
y el corazón sereno,
en silencios de luz de una mirada,
regusta ya sin tiempo el tiempo claro.

¡Ah, madrigal de enero!

¡Qué distancias de cielo el cielo esparce
en lluvias de sosiegos que germinan
cuando la noche cruje!
¡Qué calma plenitud!
¡Qué resplandor de gozos repentinos!
¡Qué alegría tan joven nos recibe!
¡Qué amorosa nostalgia!