lunes, 13 de enero de 2014

Cuarto madrigal de enero




Por la belleza llana de estos campos
veo andar tu figura,
la luz de tu figura solamente,
tu figura sin sombra,
nomás el don que tu figura estela.

¡Ah, madrigal de enero!

Yo vi cómo se alzaba un mar de espigas,
en oleajes de bronce;
y en su sazón al trigo requebrarte.
Y vi como una fronda de aves libres,
insistentes gaviotas,
anhelantes como una novia joven,
sembraban ya el otoño entre los surcos
mientras tu voz dormía.