domingo, 30 de agosto de 2015

Herencia


Te dejo las mañanas cegadoras,
las de miel, las de niebla, las heladas
mañanas del rocío, las rosadas,
las crujientes mañanas vencedoras.
Te quedarán las lunas labradoras
y las tardes enteras reposadas,
y noches tintas, cálidas, calladas
como estrellas; y brisas escultoras.
Recibirás arroyos y veredas,
y heredarás gaviotas y zorzales,
lirios, nubes, cenizas, temporales,
desiertos y las rubias arboledas
de aromos, y las piedras y humaredas.
Y un ciprés y la sierra y los trigales.