sábado, 2 de agosto de 2014

Antes


Eran los días verdes; las fragantes
sierras de yerbabuena y de rocío;
era la sombra fresca, el valle, el río,
el corazón feliz. Pero era antes.

Eran las flores tibias, las flamantes
sonrisas, y era el canto, el amorío,
la gloria de la voz, y el sembradío
todo espiga y color. Pero era antes.

Era el silencio del invierno frío,
el fuego lento en el solar vacío,
las caricias de manos susurrantes. 

Era el tiempo sin horas, los instantes;
era el gozo sin tasa y sin hastío.
Y todo, todo en todo. Pero antes.