lunes, 2 de enero de 2023

En presencia




Vuelvo una y otra vez a esa mínima cabaña de madera sobre el acantilado de mar, en la soledad del mundo y de la noche. Vuelvo a esa luna rosada y cremosa. A esas luces tenues de un interior acogedor y hospitalario.  A una risa, a una voz dulce, serena y grave. Al viento que hace silbar en las lomas las matas duras de pastos verdegrises. Vuelvo al rugido de un mar solitario y espumoso. Siento la sal.

Creo que no he salido de aquel lugar.

Creo que los recuerdos –la palabra misma lo dice– hacen que toda felicidad sea siempre en presente.

La misma memoria tiene su Leteo y su Eunoe, de algún modo. Y nos deja olvidar y hacer desparecer. Y nos permite recordar y poner en el presente, en el sin tiempo, una felicidad.

Y, en el presente, queda la presencia.