Estaba en un rincón, sola,junto a nosotros.Las palmas de la mujerdormían sobre la mesa, quietas.
Y ausentes.Ella te miró.Se inclinó para hablarte."Si no quiero estar aquí,¿por qué estoy aquí...?Y si quiero estar aquí,¿por qué no estoy aquí...?", te dijo.Y volvió a mirarse las manos finas y largas,las palmas quietas sobre su mesa.Su mirada perdida.Me miraste.Tu comprensión dolía.