Son nueve lunas quietas sobre el llano,que rondaron mis ojos. Y punzantesy rotundas están. Y, desafiantes,lamen su luz del hueco de mi mano.Son nueve lunas de los caminantesque caminan el tiempo, nunca en vano:de lunas de verano hasta el veranode lunas nuevas, nunca más menguantes.
Sigo el consejo de los picafloresy a sorbos de jazmines me alimento;de lunas que no son, convalesciente.
En deliciosas órbitas mejores,el corazón amante halló el sustentoque aroma lo que sabe y lo que siente.