jueves, 13 de octubre de 2011

Romance de la copla


La copla duerme en la noche,
sueña cantando distancias
y la rozan alas mudas
que esperan en la mañana.
Tiene una pena de sombras
urdidas entre unas salvias
que la oscurecen fragante
y que entre aromas la aclaran.
Erguida en el viento silba,
por el monte fresco baila.
La copla dulce amanece
toda luz y nunca amarga.
Ay, copla, quién te tuviera
para llevarte en las ancas
del potro de unos silencios
que mi corazón cabalga.
Ay, copla de estos caminos
por donde la vida pasa,
quién te oyera por los valles,
alivio de las quebradas.
Ay, copla, rumor del río,
manantial que suena y labra
surcos de tiempo en los ojos
y campos en la mirada.
Ay, copla, miel de los días,
consuelo de los que callan,
tu voz de aceite en el aire
cura heridas que no sangran.