sábado, 17 de diciembre de 2011

He visto unos ojos verdes



Qué tarde llega esta tarde
de aroma verde en las manos,
y qué verde llega el aire
con la luz que vas dejando.

Qué donosa tu palabra,
qué limpio y verde es el talle
del trigo de tu mirada
que me siembra cuando cae.

He visto unos ojos verdes,
ay, de ti…
Crecen en valles de luna
y cuando miran perfuman,
ay, de mí…


Ya por la flor de tu pelo,
como una zamba en la noche,
va tu voz de plata al viento
y endulza hasta los mistoles.

Ya es verde el color del tiempo
Ya es plata la luz del día.
Verde y plateado el recuerdo,
plateada y verde la vida.

He visto unos ojos verdes,
ay, de ti…
Crecen en valles de luna
y cuando miran perfuman,
ay, de mí…



No sé componer canciones.

Pero esto es una zamba.

Por cierto, no hay modo de que un servidor complete en una partitura lo que falta.

Pero siempre puede haber manos diestras que sepan pulsar las cuerdas -o las teclas, como el Cuchi...- y hagan, en una de ésas, los milagros que otros no podemos, como sería volver zamba a esta zamba.