sábado, 26 de septiembre de 2020

Canción cuarta

 

Paloma te nombré,
torcaz en tu alegría,
espuma volandera, arrulladora.
Sé que no lo soñé:
la noche te traía,
pluma y tibieza que el amor rumora.
Ay, ala cegadora,
tu silencio de nido
y el nido de tu pecho,
emboscada de luz, moreno acecho
que me acecha, feliz desprevenido.
¡Qué lejos de la sombra
se aquieta el corazón cuando te nombra!