jueves, 24 de septiembre de 2020

Canción segunda


Mientras el aire cimbre
y la luna me alumbre
en luz alada y clara con tu nombre;
y tu talle de mimbre
de mis ojos sea lumbre
y me haga ser más niño y ser más hombre;
y a tu amparo me asombre
y a tu tallo me abrace
en savia florecido,
tan de nuevo otra vez contigo urdido
que a tu gozo me enhebre y me entrelace:
germinando a mi vera
serás raíz como la vez primera.