miércoles, 15 de febrero de 2023

Madrugada


Casi al fin de la noche y aun oscura, 
todavía sin luz, sin el consuelo
de una mañana nítida y rampante
de viento del oeste yendo al sur...

Sin el sosiego del amor a mano,
minutos quietos, lánguidos, vacíos,
que no son paz –y el corazón lo sabe–,
tal vez hijos del frío o la distancia.

¿Valdrá la pena hablar idiomas mudos?
¿Urgar en sombras que no dicen nada?
¿No saber? ¿No entender? ¿Andar a ciegas?

Sólo quien ama tiene luz perpetua.  
Y toda noche fulge como el día.
Porque sólo quien ama entiende todo.