miércoles, 24 de mayo de 2006

Oscuras claridades

La respuesta que supusiere que son dos Claras distintas me parece definitivamente pusilánime.

Aunque sean dos Claras distintas. Incluso aunque todo el asunto sea un emblema y no haya ninguna Clara. Ni la extrañada ni la vuelta.

Porque la cuestión es si es posible la nostalgia en presencia.

No hay que desdeñar a Platón y sus reminiscencias. Pero incluso Platón balbuceaba en este aspecto, con ser grande acierto el de advertir como a contraluz -sabiendo sin saber- que lo que vemos tiene una plenitud que no vemos sino que apenas atisbamos.

Hay algo autosuficiente y maligno en sacudirse la nostalgia inevitable de algo, precisamente cuando estamos en su misma presencia.

La respuesta podría ser que la nostalgia está porque la cosa en realidad no está.

Será ingenioso, pero es desesperado, al fin de cuentas.

Por ejemplo, creo que no digo nada inédito si digo que no hay modo de llegar a saber algo del cristianismo, si no se admite -intelectual y afectivamente- la nostalgia en presencia.