sábado, 22 de abril de 2006

Così è la vita. O no.

Tengo que sacar tiempo de alguna parte para leer todas estas cosas.

1. En cuanto al reportaje a Carlo Maria Martini, en L'Espresso, qué diré. Por lo pronto lo leo. Pero, antes de hacerlo, ya se me va ocurriendo que sus declaraciones -y la repercusión, no olvidar el detalle de la repercusión: es una entrevista periodística-, son algo semejante a celebrar la misa del día de la tierra. Será cosa de jesuitas -Bergoglio y él lo son-, siempre tan osados. Se me ocurrió también la idea loca y tonta de que hay gestos de 'papabiles' que parecen destinados a marcar diferencias, una especie de manifiestos ambulantes. Como si dijera: a ver cuán progresista se puede ser, antes del próximo cónclave. Ideas tontas mías. Esas cosas -a izquierda o a derecha- en la Iglesia no pasan...

2. Y si vamos de revista a revista, parece que hay competencia des hussards noirs en Francia. Porque Le Figaro Magazine trae una producción extensísima sobre el Opus Dei, que, según los asuntos que vengo tratando, voy a tener que repasar. Y en particular porque cuando, como en estos dos casos, dos 'instituciones' como las de los Legionarios y el Opus Dei, en un mismo país, y en dos grandes diarios, exhiben sus características... y pareciera que tironean de la sotana blanca del papado, en fin, no hay que ser teólogo sino periodísta para entender que demasiado negro hace que las cosas no estén tan claras. Cosa que no ha de ser así, por supuesto, porque esas cosas en la Iglesia no pasan.