domingo, 16 de julio de 2006

Sacra materia, ora pro nobis

1) Para algunos habrá sido necesario. Pero no parece necesario.

Creo que la ventaja será para los hispanohablantes, en este caso, el que se haya dicho en español de España: no se puede ser de izquierda y homofóbico, que quiere decir varias cosas pero que básicamente quiere decir que no debe decirse ni pío respecto de la homosexualidad, salvo cosas lindas y elogiosas. En fin, un poco de terrorismo lingüístico.

Creo, además, que es un corolario de aquello de que, secundum quid, la ciencia es de izquierda. Por aquello de la penosa noción de límite.

2) Otra más de estas cosas y ya van... Debo tenerlos hartos...

Pero no soy yo. Es la ciencia que se empecina, señores, con las fuentes del amor y las derivaciones maternales. Todo muy químico y eléctrico, todo muy lobular y cerebelar. Sí. Otra vez: si al entristecerse uno llora, pues hay que ver qué reacción química, qué tristotonina se libera y llega al lacrimal. A esa reacción llamaremos tristeza. Nombre lírico, ya sé, pero es que a los humanos nos encanta volver místico lo que nada más es sólido, líquido o gaseoso. Parece que ese rulo poético nos hace felices...

3) Ah, cierto... No se vayan todavía que hablamos un poquitín de la felicidad mundial. ¿Quieren saber cuáles son los países verdaderamente más felices? ¿Quieren saber de qué va la felicidad nacional? ¿Quieren verlo en una tabla y ver en qué lugar están? Ya me enteré de que la tristona Argentina del tango está 47/178 y que su índice es 52,2... Nada mal, nada mal..., qué suerte...

Esta gente se ha tomado el trabajo de inventar un nuevo índice para contrarrestar el plutocrático, materialista y brutal índice basado en el Producto Bruto Interno. Basta de materialismo: ahora 'save the planet'..., 'the material planet, of course...'
The Happy Planet Index (HPI) is an innovative new measure that shows the ecological efficiency with which human well-being is delivered.
¡Qué dulzura! ¡Y la de resultados 'felices' que obtienen con ese simple trámite! Claro que han notado una cosa sorprendente:
Island nations score well above average in the Index: They have higher life satisfaction, higher life expectancy and marginally lower Footprints than other states. Yet incomes (by GDP per capita) are roughly equal to the world average. Even within regions, islands do well. Malta tops the Western world with Cyprus in seventh place (out of 24); the top five HPI nations in Africa are all islands; as well as two of the top four in Asia. Perhaps a more acute awareness of environmental limits has sometimes helped their societies to bond better and to adapt to get more from less. Combined with the enhanced well-being that stems from close contact with nature, the world as a whole stands to learn much from the experience of islands.

It is possible to live long, happy lives with a much smaller environmental impact: For example, in the United States and Germany people's sense of life satisfaction is almost identical and life expectancy is broadly similar. Yet Germany's Ecological Ecological footprint is only about half that of the USA. This means that Germany is around twice as efficient as the USA at generating happy long lives based on the resources that they consume.
¡Je, je! "Islas", sí, como la de Utopía, ¿no?

Buen intento: Una mezcla de 'buen salvaje' con 'the small is beautiful' y 'liberen a Willy'...