domingo, 5 de noviembre de 2023

Romancillo de los tientos


Te miro trenzar las hebras
de cuero, para esos tientos
que cruzas en mi costado
para anudarte en mis centros.
Te veo en la tarde roja
encender conmigo el fuego,
mientras arde cada llama
con tu corazón adentro.
Toda rescoldos, la noche
le siembra luz a tu cuerpo,
que es mimbre de pura gracia,
dorado como centeno,
vibrante y sedoso, altivo,
que cimbra a la par del viento.
Hay un alba gris morada
que espera y oculta el cielo.
Y hay la ternura en dos manos
que acariciaron el cuero,
en las horas que tuvimos
y que apartamos del sueño,
hasta hacer trenzas tan finas
que parecen ser silencio.