Está la tarde sin ruidoy anda la lluvia en barbechoarreando nubes de plataque van por campos de cielo.Y afinan mil voces roncascon las que darán el trueno,mientras susurra en sordinaun coro como de viento.Con la luz que mengua el díarozando unos trigos tiernos,miro la luz de unos ojosque estarán mirando lejos,pensando que yo los miro,sabiendo que yo los veo.Un aire como del marentra acariciando el pecho:parece sal y es jazmínque aroma como su pelooscuro de luna buena,vetas de luz y romero,que en ondas de viento limpiodejan mi amor al acecho.El aire que es mar y llanotodo florecido en trébol,de puro gozo se arroba,insomne de amor despierto,y abre las venas dormidasy les deja sangre adentro,perfumada, roja y dulcecomo las flores del ceibo.Camino cada caminocomo si fueran recuerdosy a cada paso que doy,todo es ella lo que encuentro:están su risa y su voz,el día del primer beso,su mano trenzando lilas,su temblor y un reverberocon el que llama a mis manosy pone en ellas un fuegotibio de ser a su lado,dorado de ser tan nuevo.Ella es la nube y el ave,mi pie, la arena, el sendero,la soledad de este díay su presencia en mis centros,la sombra de mi costado,ese rumor que arde frescosi me retraso y la miroestar sin estar. Y luegova por delante y se vuelvey pronunciando en silenciodice mi nombre sin vozy sin voz dice "te quiero..."para que nadie lo oiga,sólo yo. Con su pañuelo,que lleva el signo invisiblede que su andar es mi sueño,fue recogiendo unos liriosrosados, como sus dedos,bordes leves, finos, grácilesque germinan de su cuerpo.Y en una loma tan verdeque la lluvia verde ha puesto,su figura se deshacecomo si fuera de vuelo...Sé que no está, que es nostalgiade su nombre. Pero es ciertocada rumor de su pasode torcaza en mi regreso,que creo ver y no está,que digo que está. Y voy ciego.Y dice la voz del mundosaudades que va sintiendoy que punzan con mil flechascomo su flecha que sientodonde nace el corazón,que por no estar luce muerto.