martes, 24 de mayo de 2022

Será un día


Y volveré a mi fuegos
y atizaré sus brasas,
inútilmente. Nunca se consumen.

Veré crecer su incendio en esa noche,
mis ojos en el rojo de las llamas,
ardiendo soledad,
hiriendo el aire en lágrimas de savia.

Y esperaré los días,
porque un día será que llegue el día
en que el tiempo no corra por mis venas.

Y esperaré los días, uno a uno,
podando cada brote de tristeza,
pena en cogollos secos,
viña que no dará
el vino fuerte aquel de la alegría
que libaba contigo.

Opaco el mundo, con su luz menguante,
de ti se irá apagando,
baldío de tu nombre,
y huérfano del sol de tu sonrisa.

Y yo, solo conmigo.

Así será cuando no estés, un día.