viernes, 20 de mayo de 2022

Soledades de mayo


El mar está vacío.

Ya no es arena el tiempo. Es casi nada
y se despeña por las horas huecas
y va de cosa en cosa
y araña cada instante
que sangra soledad baldía. Y niebla.

Y veo unas sonrisas:
fantasmas me parecen. Escenarios 
en los que actúan sus sonrisas grises
las bocas transparentes,
los labios cenicientos.
Sonidos sordos de alegrías mudas. 

Y ya la flor no aroma.
Ya no hay niños que jueguen.
Mayo es invierno ahora en este mundo.

Y en este cielo inmóvil, ya la luna,
que en todo ayer fulgía,
no es otra cosa sino luz menguante,
sin su corte de estrellas y galaxias.

Soledades de mayo. Va la ausencia
poblando el universo,
sembrando su simiente de oquedades
en todo el aire opaco.

En los gestos del viento, 

En las raíces de tus pasos leves.

En cada cosa que amansó tu mano...

Y aquí. En el mismo centro
de un corazón que ya partió contigo.