Gilbert Keith Chesterton
1874 - 29 de mayo - 2022
Gilberto, el corazón y tu mirada
son inmensos, muy más que tu estatura,
y andan buscando, en esta edad oscura,
alguien sonriente que les dé posada.
Si fuera un duende, sí, si fuera un hada,
podría regresarte y tu figura
batiría al Dragón, sin armadura:
al puro golpe de tu pluma espada.
Gilberto, amigo, yo no tengo nada.
Y sólo la salud de tu locura
y la alegría de tu voz alada,
pueden llevarme hasta tu misma altura,
al combate viril de tu ternura
y al gozo de seguirte en tu cruzada.