martes, 3 de mayo de 2022

Del mar y nosotros


Estaba el mar y ese turbión de arena
que te hería la piel. Y ya es la tarde.
El viento es frío, quiero que te guarde
el sol. Él sólo ve a la luna llena,

le enrojece su cara en un alarde
por ser ardiente, con pasión terrena.
Con el verde salado es más morena
la sombra fina de tu piel, que arde

toda de sal y viento y sol y frío.
Y busco tu mirada que me mira
mirar inmensamente ese vacío,

que no sé si me aterra o si me admira.
Y está tu corazón rozando el mío
que, con sólo rozarlo, ya respira.