Este será el día inolvidable.Eso decían a coro –mi espalda en tierra– los susurros verdes de los pastos tiernos.Y un resplandor, solista sobre el agua,me cegaba la paz del mediodía con un ronco sonido de gozo.El trigo, apenas doblegado;el señorío límpido de la calandria sobre un sauce;ese rumor de abejas sin abejas;las manos enlazadas;la mirada sin puerto navegando una nube transparente;los pies descalzos y al aire dulce de los aromos en flor...El día inolvidable.El reposo anteúltimo, antes del último suspiro de la noche última;antes de la nostalgia vuelta silencio en los caminos finales, indolentes,que no saben nada de este día inolvidable.
Del día inolvidable y el de la luz más clara,tibia como la memoria de estas horas.
De este día inolvidable, el de una mirada eterna y amorosa,que mira mi mirada que la mira como remedio del olvido.