martes, 27 de junio de 2006

Cifra

Dicen que soy altanero
pero no soy fantasioso;
sencillo pero vistoso,
sin jactancia, con donaire:
libre voy surcando el aire
cual golondrina viajera
y te llevo a la asidera,
Provincia de Buenos Aires.

Soy bastante resfaloso
pa' que me rayen el cuero;
soy manso como un cordero
tigre pa' quien me desaire;
la cabo amarillo'e chaire (*)
quien crea que no me atrevo,
que soy pollo de tu güevo,
Provincia de Buenos Aires

No ando llorando miserias
ni cobro para cantarlas:
siempre preferí aliviarlas,
otros la' hacen comerciables,
con un precio incalculable
están con la panza llena.
No mercachiflo tus penas,
Provincia de Buenos Aires.

No hemos nacido culebras:
los pampas no son serviles;
conozco ciertos reptiles
de alpargatas, despreciables,
que se arrastran miserables
y andan chimangueando el cielo:
esos no son de tu suelo,
Provincia de Buenos Aires.

Yo soy como cueva'e zorro:
no me tuerce la mentira,
y soy como asao de tira
que no le hace mal a naides;
no quiero nada de balde
y lo que es mío lo quiero
como argentino y surero,
Provincia de Buenos Aires.


Esto es una cifra en octavas. Al cantarla, se repite el primer verso de cada estrofa. Así compuso O. Moreno Palacios su Provincia de Buenos Aires, la que mentaba el otro día. (La foto es del viaje a Juárez, en la provincia precisamente, allí donde estaba oyendo estas cosas...) Tengo que agradecer a Hache que con prontitud cortés me hizo llegar la grabación.

No pude descifrar, en modo alguno, un verso (*) y la versión de esa línea que apunto es la que encontré, sin que me conforme en absoluto porque creo que allí está mal copiada. De cualquier modo, el verso tal como lo oigo en el tema cantado no luce mejor, por eso no lo copio (**).

Saco de por allí que una cifra es el:
acompañamiento musical que habitualmente se une al canto de improvisación de los payadores de contrapunto. La cifra -expresa el musicólogo Carlos Vega- se presenta como una entonación de estrofas interrumpidas por interludios breves. Una serie de acordes rasgueados hace las veces de preludio. Concluidos uno a dos versos, irrumpe de nuevo el rasgueo. Su música tiene como introducción un ritmo de malambo o de triunfo. Las estrofas están compuestas de cualquier número de versos igual a los empleados por el contrario. La cifra no tiene fin, es decir que era necesario que uno de los payadores se diera por vencido para que ella se acabase (Félix Coluccio). Su comienzo tiene algo de clarinada, jocundo y alto, distinto del tono melancólico de la vidalita o el triste. Su compás es de 3/4 ó 6/8.


___________

(**) Esto había dicho por entonces, pero vine a saber con el tiempo que el verso dice "la cabo amarillo chaire" y así hace sentido. La cabo amarillo es faca para atacar y defenderse, y la chaira es el instrumento con el que se afila. Así, el verso dice que vaya sacando la faca y téngala pronta y afilada para defender sus palabras "quien crea que no me atrevo". Y eso es todo.