domingo, 23 de junio de 2024

Terminaremos con un estallido




La charla se llamó "Terminaremos con un estallido" y es una emisión de radio de la BBC, del 15 de marzo de 1936, tres meses antes de morir. Fue la última de una serie de charlas que tituló "La sal de la vida". Chesterton aclaraba allí que disfrutaba de las cosas normales de la vida como cualquier hijo de vecino, pero lamentaba el hecho de que "en la actualidad, un gran número de personas presta mucha atención a la sal de la vida y muy poca atención a la vida"

Joseph Pearce, en Sabiduría e Inocencia, cuenta el episodio y las palabras de Chesterton:

Ahora bien, estoy convencido de que el secreto que todos buscamos, el secreto de gozar de la vida no está en la sal de la vida de ustedes, ni en la mía, ni en cualquier otra actividad que nos distraiga de la vida. Nuestro mundo terminará sumido en la desesperación a menos que encontremos alguna manera de hacer que nuestros pensamientos, las ideas corrientes que se nos ocurren en los tiempos corrientes, sean más alegres de lo que parecen ser ahora, a juzgar por la mayoría de las novelas y de las poesías. Hay que estar contento en esos momentos de paz en que uno recuerda que esta vivo. 

El título de la charla era una alegre respuesta al poema de T. S. Eliot, "Los hombres vacíos" y a su estribillo pesimista: 

De esta manera terminara el mundo 
De esta manera terminara el mundo 
De esta manera terminara el mundo 
no con un estallido, sino con un lamento. 

A Chesterton le parecía una insinuación odiosa: 

Les ruego que me disculpen si les resulta anticuado lo que les voy a decir y es que no me gustaría Ilegar a pensar nunca que el mundo está en peligro y a punto de acabarse... Pero si lo hiciera, no creería que se iba a terminar con un lamento, sino con el triunfo sobre la muerte, si es que realmente se fuera a acabar... Y sería incluso tan indecentemente frívolo que prorrumpiría en cánticos y diría a los jóvenes pesimistas: 

Burlas, risas de conejo, sonrisas de medio lado; 
nosotros de jóvenes reíamos y cantábamos. 
Ellos podrán terminar con un lamento 
pero nosotros acabaremos con un estallido.