viernes, 14 de junio de 2024

Conversación




Ese día, GK amaneció agotado y su corazón deteriorado anunciaba las últimas horas. Le dieron la Extremaunción, y su amigo, el dominico Vincent McNabb, cantó junto a su cama la Salve, según el uso dominicano.
 
Cuando se retiró de su habitación, pasó junto al escritorio y, al ver la pluma con la que Gilbert escribía habitualmente, la tomó en sus manos y la besó. 

Era el 14 de junio de 1936.

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El retrato que ven tiene, creo, unos 45 años. apenas mide 10 x 12 centímetros. Hecho en un papel cualquiera, lo usé durante bastante tiempo como señalador de sus obras. Con el tiempo, lo enmarqué para uso privado, siempre estuvo en mis cuevas.

Lo hice mientras leía alguna de sus novelas, creo que La esfera y la Cruz.
 
Y fue en esos días, porque por entonces empecé a hablar con GKCh más seriamente, a preguntarle más cosas, a oírlo con más atención. A entender mejor la constelación y la sinfonía de sus ideas. Una conversación interminable que dura todavía.

Uno conversa con muchos autores y por muchas razones. 

Pero cuando hay que hablar de cosas verdaderamente fundamentales, mi conversación es solamente con Chesterton y con Castellani. 

Como suele hacerse, debería decir que esas "amistades" son una gracia inmerecida. y haría bien en decirlo porque ciertamente lo son. 

Pero, a la vez, son tan espontáneas y naturales, me han hecho tanto desde adentro, han formado tanto de mis propias ideas y afectos, que creo que no puedo atribuirme ninguna de ellas y considerarla tan propia, que no sea algo que ellos no hayan inspirado, acompañado, corregido. Y si finalmente hay algún defecto en ellas, que hay y no son pocos, se cargan a la cuenta de un servidor. y será justicia. 

De ambos celebro y admiro el coraje y la caridad, porque en el mundo de la palabra ambas cosas existen. y vaya si existen...

Pero particularmente de Chesterton celebro y agradezco siempre su alegría honda y lúcida, su desborde de gratitud, su piedad reverente para con toda la obra del Creador. 

Y, por cierto, su esperanza en que al final triunfa, gloriosamente, Redención mediante, el propósito primero y último del Creador.