sábado, 29 de septiembre de 2018

Curiosidad sin gloria


Apenas en algunas pocas ocasiones tuve que hablar sobre la educación. Recuerdo algunas de las que no guardé más que apuntes someros. Los géneros literarios y las edades de la vida fue un caso; otro, unas palabras sobre comprensión lectora y los resultados escolares, hace no tanto.

Pero algunas otras ocasiones rescaté. Una de ellas fue en un simposio, en 1994. Dejo una versión apenas ampliada de la original que, en cualquier caso, se llamó Excelencia sin gloria.

Otra surgió leyendo un trabajo, para el tiempo en el que oficiaba de lector de originales en una editorial universitaria. Aquel original no estaba dedicado a esos asuntos sino a la exposición de ciertas virtudes, pero parte del enfoque me pareció que valía también y quizá más propiamente para hablar de  educación.

Con ese propósito, comenté un pasaje del Martín Fierro, a la luz principalmente de santo Tomás de Aquino y lo expuse en uno de los encuentros universitarios de Mendoza, hace unos pocos años.

La educación del hombre: saber saber.