martes, 18 de septiembre de 2018

Anzoátegui


Casi al mismo tiempo que moría Ignacio Braulio Anzoátegui, en 1978, conocí a Ignacio hijo. Al padre no tuve ocasión de tratarlo, del hijo fui amigo (y por esas cosas de la vida, terminamos emparentados). Uno era más bien Braulio, el otro más bien Ignacio.

Por 1983, con Jorge N. Ferro, compusimos una antología de la obra de Braulio, que fue un trabajo ameno y para nada gravoso. Ignacio ayudó mucho. 

Braulio e Ignacio, su hijo mayor, creo que se parecían poco. Personalidades diferentes, diría.

En parte hicieron la misma cosa, componer versos. Pero Ignacio se dedicó más bien al arte en general: canciones y pintura, creo que fueron sus disciplinas preferidas.

Braulio tenía una inclinación política mayor que la de Ignacio, y era evidente en su obra de ensayista y poeta. Sin embargo, no diría que "usó" su talento literario. Era talentoso y se le notaba, hablara de política o no.

Como fuere, creo que señorío es un término que puede aplicarse a ambos, más allá de sus diferencias notables. Y ambos tenían señorío también en sus formas de decir, una de las cosas que hay que extrañar en tiempos ramplones.

Supe que cuando principió la Academia Argentina del Folclore, en 2007, Ignacio, que fue miembro y vocal, dijo, entre otras cosas: "Lo que aquí nos reúne es el amor. El verdadero, el limpio, el diáfano amor por la Patria. El color y el olor de la Patria. Las palabras y las músicas que la integran y que llenan nuestro corazón desde siempre, desde el principio, desde el origen. Es nuestra tarea conocer y divulgar el patrimonio que tenemos en las manos y en la sangre".


De Braulio me tocó hablar en algunas oportunidades. Dos recuerdo y conservé.

Ignacio B. Anzoátegui y la Hispanidad.

Anzóategui y la belleza de la Patria


De Ignacio escribí en dos ocasiones. Una recensión de un libro que recopilaba los versos de sus canciones y una despedida evocadora, cuando murió en 2009.Conservé ambas cosas. Y la constancia en la memoria de que mantuvimos innúmeras conversaciones, que no hay modo de representar en palabras, pero que son un recuerdo feliz.

Las palabras de mis canciones

Ser Anzoátegui.