domingo, 9 de julio de 2023

Sonata: II. Adagio sostenuto


¿Qué será de ese día silencioso?
¿Qué soledad habrá?
¿Dónde estaré? ¿Qué cielo luminoso
en mí se apagará,
punzándome el dolor más doloroso?
¿Cómo será la tarde de ese día?
¿Por qué no habrá murmullos
de abejas, ni capullos,
ni el polen que atraía
enjambres en tumultos de alegría?
¿Ni zorzales? ¿Torcazas, sus arrullos?
¿Ya no veré tu sombra?
¿Mi voz desde esa hora será muda
porque ya no te nombra?
¿O al nombrarte la pena se desnuda
y se hace más aguda?
¿Sabré que ya es vacío
el mundo que a tu paso gobernaste
tan amorosamente? ¿Será frío
el viento de la ausencia que dejaste?
¿Quedará lo que amaste?
¿Quedaré si no quedas a mi lado?
¿Aún seré el amado?
¿Así será tu muerte?
¿Un mar opaco en este valle muerto?
¿Será todo lo oscuro ya no verte?
¿La nada en un desierto?
¿Púas de hielo en este mar sin puerto?
¿Tenerte en cada cosa sin tenerte?