En tu mano de lino, en tu mañana,en tanto campanario de tu risa,en tu llegar feliz, en tu precisamanera de ser siempre cotidiana.En ese modo torpe de mi prisa,en este ser tan solo, en mi italianacostumbre de mirar, en la artesanaquietud de una belleza que improvisa.En cada cosa somos. Y así estamos.Tan cercanos, tan lejos, tan iguales;tan una misma cosa y diferentes.En cada cosa nuestra, en todo, amamosesas mínimas huellas y señalespara sólo nosotros evidentes.