Y vi en el aire el vuelo de tu talle,la sombra clara y breve de tu pecho...Y el milagro que has hechocon las horas de hierro de este vallede lágrimas, sembrandotan silenciosamente maravillasen las cosas sencillas;cuidando, y siempre amando,estos fuegos, mi noche y mis astillas...El trébol de la loma,una nube incendiada, el cielo gris,tu voz como un arrullo de paloma;entre todas las flores, flor de lisde plata entre mis manos,tu lirio en luz tan pura y la purezade tu boca que reza...Los corazones quietos y cercanos,serenos de alegría,sinfónicos en todo, consonantes;tú en los ojos amantesnaciendo cada día,yo, en este gozo que no conocía,del que somos oriundos y habitantes.