jueves, 10 de agosto de 2006

Hijos del oficio más antiguo

El que peca por la paga o el que paga por pecar...

Si yo fuera Sor Juana, estaría chocha.

Miren, si no.

Días atrás Kirchnerpresidente le espetó a los States que la Argentina "no tiene relaciones carnales", y estaba hablando de plata. Le contestaba así a un matoneo yanqui sobre productos sin aranceles para entrar al Imperio.

Qué feo, viejo: poner calderilla sobre los fuegos pasionales (como su socio Menempresidente, eso sí...)

Pero siguen.

Horas después, Fernándezjefedegabinete, en una reunión de la Cámara de Comercio y The Council of the Americas (de los States, claro...), en un dulce requiebro, guiñador y querendón, dijo que "estamos enamorando a los inversores, porque esta Argentina, con reglas, es más estable y previsible..."

Y estaba hablando de plata, otra vez.

Yo digo: ¿qué es esto de que cada vez que hablan de 'viyuya' echan la mano a los pantalones, para subírselos o para bajárselos?

Además las cosas se les mezclan. Porque está el asunto aquel de que fogonean la orgía del jolgorio y el cachondeo general, y hacen negocios fantásticos mientras reparten condones y ligan las trompas del Gabrielle (y todo a la vez, no vaya a ser cosa..., son más raros...), y eso mientras los varones -gracias a una fecunda tarea legislativa- exhiben sus esterilidades con orgullo, mientras además promueven toda suerte de 'diferencias' y toda clase de asuntos, como si dijéramos, del ombligo pa' abajo.

De verdad: estos tipos son 'carne de diván', qué puedo decir.

Sexo y 'guita', y más sexo y más 'guita'. Parece que no pueden hablar de lo uno sin lo otro. Tienen un problemón por lo menos retórico, que no es poco.

Y todo lleva más o menos el mismo rumbo: evitar las situaciones embarazosas (sobre todo para los que manejan la plata, por ejemplo), conseguir placer a cualquier precio y evitar todo costo con tal de obtener placer.

Placer por el poder y placer del impotente. Fecundos negocios de hombres estériles.

Me parece que acá está pasando algo raro, ¿no?