viernes, 8 de abril de 2011

Tarde de truenos



El cielo escaso, el aire, esta primera
anunciación del rayo, este profundo
y ronco resplandor que azota el mundo,
y el agua vuelta en luz que reverbera.
La sombra de esa nube sobre el campo,
el viento en los ramajes, los sutiles
aromas y sonidos que de a miles
resabian y coronan este lampo.
La tarde sola y brava y gris, y el día
que ruge su silencio, la tormenta
que abrasa la mirada y la oscurece.
El fuego en humo, el frío, una violenta
resurrección que estalla y la alegría
de una llama que aquieta mientras crece.