jueves, 14 de abril de 2011

Ex libris (III)



Los alazanes
En el aire que trazan, una línea
dibuja a su galope nubarrones:
nube de polvo rojo es su broncínea
luz de arrebol, que espanta cerrazones.
Ya en su carrera van. Ya nos verdea
un oleaje de trébol y azafranes
que viene alzando el campo en su marea.
Y en un campo mejor, los alazanes.
Crines como oriflamas sobre el cielo;
los belfos resoplando aire crispado,
y ancho ese llano de ojos extendidos.
Los cascos baten sombras, y en su vuelo
trinan un trote limpio, acompasado,
de alazanes de viento, enardecidos.